Marina, María o Paula no tienen más de ocho años. Esperan su turno, nerviosas. Saben que no es un juego, que van a contribuir a algo bueno; pero para ellas es un día de fiesta en su centro educativo, el colegio San Agustín de Valladolid, que ha celebrado una jornada para "cortarse la coleta" con un fin solidario. Las niñas están sensibilizadas desde bien pequeñas de que una aportación suya puede alegrar la vida a otras personas. Ese es el objetivo. Con un "pelín" de solidaridad se puede hacer feliz a mucha gente. Y lo sabe bien la profesora Ana Marcos, quien revolucionó el centro con esta idea después de decidir que su larga cabellera rubia podría ayudar a la estética de pacientes que se encuentran en tratamiento contra el cáncer, un acto de donación que está más extendido entre la población del sur y el Levante español, pero del que aquí falta mucho camino.

"Queremos concienciar a los más pequeños, y lo estamos consiguiendo. Y si con eso proporcionamos pelucas de máxima calidad, hechas a medida, como son las de pelo natural, y además de niños, pues mejor, porque además ayudamos a mejorar el autoestima de los pacientes, que les favorecerá para a superar la enfermedad", desliza Marcos.

Para ello, y con motivo del Día Internacional del Cáncer Infantil, que se celebró el 15 de febrero, decidió organizar esta iniciativa con el visto bueno del centro. Se rodeó de los mejores, tanto padres como peluqueros, con la colaboración voluntaria de Galindo Peluqueros, Dúo Imagen y Salud, Peluquería y Estética Laura, Ego, Chick Estilistas y Peluquería Alicia. Y se abrió un plazo de inscripción. Se apuntaron 130 personas, principalmente niños, desde los 3 a los 18 años, pero también antiguos alumnos, padres y los propios profesores.

El resultado es una larga fila de melenas rubias, morenas y de color castaño, todas sujetas con gomas de múltiples colores que llegarán a su destinatario a través de www.mechonessolidarios.com, una entidad que se radica en Málaga y que cuentan con una amplia experiencia al respecto.

Donar pelo o aportación voluntaria

Toda la comunidad educativa del centro se ha unido en un gran acto solidario. Por un precio simbólico de cinco euros los participantes eligieron entre donar parte de su melena, cortarse las puntas o simplemente hacer una donación voluntaria.

"Tanto el cabello como los beneficios económicos se destinan a la Asociación Mechones Solidarios, que se encarga de facilitar pelucas a aquellos niños que sufren las consecuencias del tratamiento contra el cáncer", remarca Ana Marcos.