La joven Carla Santos Rubio, cuya desaparición denunció su familia este miércoles, fue localizada muerta en el trastero de su domicilio, sin aparentes signos de violencia, según confirmaron fuentes de la fuente de Subdelegación del Gobierno. La mujer, de 31 años, había quedado para cenar el martes con una amiga pero no se presentó a la cita. Sus padres comenzaron a alarmarse cuando, por la noche, intentaron contactar con ella por teléfono sin conseguirlo y horas después presentaron la correspondiente denuncia en Comisaría. Además de iniciarse los trámites oportunos en estos casos, comenzó una intensa campaña en las redes sociales, donde también se conoció el desenlace antes de ser confirmado por fuentes oficiales.