La Comisión Europea pidió ayer en el Consejo de Agricultura la ampliación del denominado "paquete lácteo" más tarde de 2020, un planteamiento que recibió una buena acogida entre los estados miembros, en una primera discusión tras la publicación del informe.

"Hemos abordado el segundo informe del conocido como paquete lácteo (?) y el Consejo se ha mostrado positivo para la ampliación más allá de 2020", informó el lunes el ministro maltés, Roderick Galdes, el país que ostenta actualmente la presidencia rotatoria de la UE. El Ejecutivo comunitario presentó en noviembre un informe sobre el paquete lácteo, adoptado en 2012, que tiene como objetivo fortalecer a los productores lácteos en la cadena de suministro y que sirvió al sector para hacer frente al fin de las cuotas.

El informe avala que los agricultores cada vez utilizan más ayuda financiera y emplean las cláusulas colectivas a través de organizaciones. Además, los agricultores consideran que al estar organizados, los precios de sus productos suelen ser más estables, y alaban los efectos positivos de las medidas emprendidas hasta ahora.

Por ello, tanto Bruselas como los Estados miembros mantuvieron una primera discusión en que consideran adecuado prolongar el paquete lácteo. Una medidas que apoyan también las organizaciones que aúnan productores, como el Copa-Cogeca, según hizo saber en un comunicado.

En este sentido, la Comisión Europea también informó sobre la situación de los mercados lácteos. El Comisario del ramo, Phil Hogan, puso de manifiesto la mejora de los precios del sector tras un periodo "de extrema volatilidad". Según datos del Ejecutivo, los precios de la leche crecieron de media hasta 32 céntimos por litro en la segunda mitad del pasado año, una tendencia que espera que siga al alza. "Todos los datos nos llevan a ser positivos de cara a los próximos meses, pero tenemos que seguir vigilantes, en especial ante la producción de leche que aumenta durante la primavera", advirtió Hogan.

Pese a todo, se produjo una gran manifestación a las afueras del edificio del Consejo en Bruselas, en que varias asociaciones de agricultores rociaron la calle con leche para demostrar su malestar. Algunos países como Finlandia o Polonia, siguen lamentando que las medidas que emprendió el Ejecutivo comunitario no son suficientes para aumentar el precio de la leche.