El presidente del Consejo de Cuentas de Castilla y León, Jesús Encabo, calificó ayer de "cifra destacable" que la deuda de la Gerencia Regional de Salud se incrementara en un 136,9 por ciento en 2014 hasta los 478 millones respecto del ejercicio anterior, como recoge el informe de fiscalización de la Cuenta General de la comunidad de ese ejercicio. La Cuenta General de la comunidad del ejercicio de 2014, presentada ayer por el presidente del Consejo de Cuentas de Castilla y León, Jesús Encabo, ante la Comisión de Economía y Hacienda de las Cortes, recoge que existen obligaciones pendientes de aplicar al presupuesto de ese año por importe de 487.297.952 euros de la Gerencia de Salud, de los que 17.018.681 euros corresponden a ejercicios anteriores.

Encabo explicó que la deuda de la Gerencia Regional de Salud bajó de manera considerable en 2012, debido al mecanismo de financiación de pago a proveedores, que se mantuvo en 2013, pero alertó de que volvió a incrementarse en un 136,9 por ciento en 2014. "Existen obligaciones pendientes que corresponden en su mayoría a gastos corrientes, este retraso genera intereses de demora, que también están pendientes de satisfacer", anotó.

La deuda sanitaria centró una parte de las intervenciones de Manuel Mitadiel (Ciudadanos) y Félix Díez (Podemos), con una argumentación y critica que rebatió Salvador Cruz (PP).

"Lo de todos los años, lo de siempre porque los presupuestos no son reales, inicialmente no hay recortes y en la realidad sí", argumentó Mitadiel en relación a la deuda sanitaria. El parlamentario de Podemos se detuvo también en ese apartado para incidir en el aumento de casi un 137 por ciento, apuntó a los recortes y la política de austeridad y subrayó que la falta de pago a los proveedores genera más paro y pobreza. Para Martín (PSOE), la demora y los intereses supone una responsabilidad contable y un prejuicio a las arcas de la Comunidad.

Salvador Cruz replicó que el aumento de endeudamiento desmonta la critica de austeridad de Podemos dado que se acude a él al existir una falta de recursos del actual modelo de financiación para cubrir los gastos básicos de sanidad, educación y servicios sociales.