La Junta de Castilla y León tuvo unas necesidades de financiación entre enero y septiembre de 2016 de 137 millones de euros, lo que supone el 0,25 por ciento del PIB de la comunidad, cuando un año antes requirió 467 millones (330 millones más que este ejercicio), con un peso del 0,87 sobre su economía.

Los datos difundidos ayer por el Ministerio de Hacienda y Función Pública reflejan que el conjunto de las autonomías registraron un déficit del 0,19 por ciento del PIB, con 2.132 millones de euros; cuando en 2015 ascendía en los tres primeros trimestres del año al 1,07 por ciento, con 11.494 millones. En este sentido, fuentes del departamento que dirige Cristóbal Montoro destacaron que la Administración regional redujo su déficit hasta septiembre más de un 81 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, alcanzando el 0,19 por ciento del PIB, "debido fundamentalmente a la liquidación definitiva de 2014 realizada el pasado mes de julio, con un saldo a favor de las comunidades de 7.666 millones de euros" (364 millones en el caso de Castilla y León).

Cuatro autonomías registraron superávit en sus cuentas durante los nueve primeros meses del año. En concreto, Canarias (343 millones de euros) tuvo una capacidad de financiación del 0,79 por ciento de su PIB; Baleares (201 millones), del 0,71 por ciento de su economía; y Asturias (87) y País vasco (262), del 0,39 por ciento en cada caso.

Por el contrario, el mayor nivel de déficit se registró en Cantabria, 1,04 por ciento del PIB (130 millones); seguida por Extremadura, 0,95 por ciento (172); Murcia, 0,91 por ciento (260); Navarra, 0,61 por ciento; Castilla-La Mancha 0,53 por ciento (208); Aragón, 0,47 por ciento (163); Valencia, 0,45 por ciento (468); Madrid, 0,3 por ciento (631); Castilla y León, 0,25 por ciento (137); Andalucía y Cataluña, 0,2 por ciento en ambos casos (302 y 431 millones, respectivamente); La Rioja, 0,02 por ciento (dos millones); y Galicia, 0,01 por ciento (seis millones).