El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCy) ha estimado un recurso de la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (Anpba) contra el Toro Enmaromado que se celebra en la localidad palentina de Astudillo, y declara nula la orden de la Junta de Castilla y León de septiembre de 2014 por la que fue declarado espectáculo taurino tradicional.

La Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJCyL, con sede en Valladolid, considera que el Toro Enmaromado es contrario al Reglamento de Espectáculos Taurinos Populares de Castilla y León, ya que en este festejo se infringe maltrato al animal y, por tanto, es contrario al principio general de la norma que, en su artículo segundo, establece que no debe haber maltrato.

La Sala considera que son insuficientes los motivos por los que la orden recurrida justifica la declaración del Toro Enmaromado como espectáculo tradicional y entiende que no se acredita el requisito esencial previsto en el artículo 28 del reglamento de la Junta, de que "se venga realizando en la localidad de forma continuada desde tiempos inmemoriales, desarrollándose de acuerdo con la costumbre del lugar".

Para el TSJCyL, no existen documentos históricos que demuestren fehacientemente la pretendida antigüedad del Toro enmaromado de Astudillo, siendo uno de los requisitos ineludibles para la declaración de espectáculo taurino tradicional acreditar la antigüedad y continuidad histórica del festejo taurino exigiendo el reglamento la aportación de copia cotejada y, en su caso, actualizada al castellano actual, de los documentos que consten en los archivos municipales, o cualquier otra prueba, que acrediten la antigüedad y continuidad histórica del festejo taurino.

La Sala entiende que esta falta de documentación histórica no puede ser suplida por los "testimonios de las personas mayores" y ninguno de los testimonios sirve a la finalidad pretendida por el Ayuntamiento de Astudillo. Además, según recoge en su resolución, ninguno de los testigos puede realmente dar testimonio de que el toro enmaromado se realizaba en 1850, porque nadie con esa edad sigue viva hoy día.

En este sentido, la Sala asegura que no existen documentos históricos que demuestren la antigüedad del Toro Enmaromado, "ya que no sirve como antecedente el breve relato de la noticia de que en el año 1565 se corría y se daba muerte a, al menos, un toro, que recoge el historiador Anacleto Orejón en su obra 'Historia documentada de la Villa de Astudillo', ni los acuerdos municipales correspondientes a los años 1740, 1751, 1773 y 1786, al referirse de manera escueta a espectáculos taurinos que no cabe asimilar al toro enmaromado, tal y como se pretende declarar espectáculo tradicional".