La guardia civil destinada en Salamanca, que afronta la instrucción de un delito militar por insubordinación al vestir su propio chaleco antibalas frente al oficial, el pasado mes de agosto, prestó declaración ayer ante el Juzgado Togado Militar Territorial Número 42, en Valladolid. La agente, Alicia Sánchez, que alegó en su momento que el chaleco oficial "no se adaptaba a su anatomía y por lo tanto no la protegía", se enfrenta a una pena máxima de seis años de prisión.

Representantes de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que acompañaron a Alicia Sánchez en su declaración, consideran que el caso supone "una absoluta sinrazón, una situación que se ha sobredimensionado". Sotienen en un comunicado que "no debería haber salido del contexto de la gestión ordinaria de personal ni del Régimen Disciplinario interno de la Guardia Civil".