La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC) se cobró la vida de un abulense de 62 años en el hospital Gregorio Marañon de Madrid el pasado 25 de agosto. El fallecimiento hizo saltar las alarmas de la sanidad española frente al riesgo de un nuevo virus similar al ébola y que tiene una tasa de letalidad de entre el 10% y el 40%. Además, es la primera vez que se registra un contagiado por esta enfermedad en Europa Occidental y la posibilidad de propagación se reflejó en las carnes de una enfermera que atendió al fallecido. Actualmente se encuentra ingresada en la Unidad de Aislamiento de Alto Nivel del Hospital La Paz-Carlos III con pronóstico reservado y evolución "ligeramente a mejor".

La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid confirmó que los dos primeros casos de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo detectados en España y en Europa, que ha causado la muerte de un hombre natural de la localidad abulense de San Juan del Molinillo y el ingreso de la enfermera que lo atendió en una unidad de aislamiento.

La victima, un varón de 62 años, murió el pasado 25 de agosto en el Hospital Universitario Gregorio Marañón, tras haber sido atendido inicialmente en el Hospital Infanta Leonor, y no se descarta que se infectara de este virus como consecuencia de una picadura sufrida cuando disfrutaba de un paseo por las inmediaciones de su pueblo natal, al que acudía cada fin de semana.

Así lo ha relató Andrés Herranz López, alcalde de San Juan del Molinillo, quien también expresó su pesar por la muerte de este vecino que, aunque con residencia en Madrid, pasaba los fines de semana y las fiestas en su localidad natal. "Era pariente mío", añadió el alcalde con consternación, que también reconoció que era un hombre al que le gustaba mucho dar paseos por el campo.

En la Comunidad de Madrid hay 200 personas bajo seguimiento por haber estado en contacto con los dos infectados. "El virus se transmite principalmente a las personas desde garrapatas y animales de granja. De humano a humano la transmisión puede ocurrir como resultado de un estrecho contacto con la sangre, secreciones, órganos u otros fluidos corporales de personas infectadas", explica la Organización Mundial de la Salud (OMS), que destaca que actualmente no hay vacuna ni para animales ni para personas.

La FHCC se trata de una enfermedad endémica en África, los Balcanes, Oriente Medio y Asia. Se identificó por primera vez en 1944 en la guerra de Crimea y se le dio el nombre de fiebre hemorrágica de Crimea. En 1969 se descubrió que el mismo organismo causó una enfermedad en el Congo en 1956. La conexión con ambos lugares resultó en el nombre actual para la enfermedad y el virus.

Cabe destacar que la mayoría de los infectados participan en la industria ganadera, por ejemplo, agricultores, trabajadores agrícolas, trabajadores de mataderos y veterinarios. La razón es que el virus se puede contraer por contacto con sangre, tejido animal, y beber leche no pasteurizada.

En 2011, el Ministerio de Sanidad elaboró un informe para evaluar el riesgo de transmisión de FHCC tras el hallazgo de garrapatas en Castilla y León que podían causar la enfermedad.

El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Jesús Sánchez Martos, quiso transmitir ayer un mensaje de tranquilidad. "No hay motivo de alarma en absoluto. La Consejería, como siempre, está alerta. Está todo controlado", comentó Sánchez Martos, quien manifestó que esta enfermedad no tiene nada que ver con el ébola.

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, destacó el bajo riesgo de contagio que existe en España de la FHCC, puesto que solo los profesionales sanitarios que tratan a la paciente aislada en el Hospital Carlos III de Madrid podrían entrar en contacto con secreciones o fluidos contaminados.

Los síntomas comienzan de manera súbita, en forma de fiebre, dolor muscular, mareo, dolor y rigidez de cuello, lumbago, cefalea, irritación de los ojos y fotofobia.