El consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, presentó ayer en la dehesa de San Joaquín de Huelmos, situada en la localidad salmantina de Valdelosa, las cuatro líneas contempladas en el Programa de Desarrollo Rural (PDR) con las que se pretende ayudar a la producción de las fincas de propietarios particulares de la comunidad con una cuantía de 205,8 millones de euros.

Suárez-Quiñones recordó que este programa es una de las políticas "esenciales de la Unión Europea" en materia de ayudas, junto a la PAC, y que su duración se prolonga desde el año 2014 hasta 2020, si bien su aprobación se produjo en 2015. Se trata así, según el consejero de Fomento y Medio Ambiente, de una "política asentada de defensa de la producción forestal" que, según afirmó, "tuvo el punto de inflexión en el Plan de Movilización de Recursos Forestales de 2014", que pretende obtener "importantes producciones" del 51 por ciento del territorio de Castilla y León, que es forestal.

Recordó Suárez-Quiñones que Castilla y León cuenta con cinco millones de hectáreas de monte, un 45 por ciento de las cuales pertenecen a propietarios privados. En ese sentido, insistió en que, para que esas superficies sean productivas, tienen que "ser fincas grandes" frente al actual panorama castellanoleonés de "propiedades minifundistas", con 2,1 millones de hectáreas en manos de 700.000 propietarios, a una media de 3,1 hectárea por cada uno de ellos.

Líneas de acción

Suárez-Quiñones detalló las cuatro líneas de acción. La primera línea de ayudas va destinada a la reforestación de superficies quemadas y cuenta, tal y como publicó ayer el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl), con una línea de ayudas específicas a la forestación de especies de alto valor, como el piño piñonero, la encina trufera o maderas de alto valor como el nogal y el cerezo.

En segundo lugar, existe una línea de ayudas destinada a superficies ya arboladas y de la que podrán beneficiarse sus propietarios para hacer su plantación más resistente al fuego a través de cuantías para la inversión en desbroce, clareos, tratamientos selvícolas o cortafuegos, con el objetivo de hacer los montes "más resistentes a los fuegos".

En tercer lugar, se encuentra la línea que promociona la ganadería extensiva, como forma de ganadería no estabulada, propia de Castilla y León. Por último, se invertirá en ayudas para la protección de la biodiversidad y la conservación de especies.