La Consejería de Economía y Hacienda abrió ayer un plazo de tres meses, hasta el 30 de septiembre, para que los contribuyentes de Castilla y León que no se aplicaron las deducciones familiares autonómicas del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) correspondiente al ejercicio 2012 por no haber generado una renta suficiente puedan solicitar ahora su devolución.

Es la segunda campaña extraordinaria de estas características que pone en marcha la Junta para facilitar a los ciudadanos el disfrute de los beneficios fiscales. La primera favoreció a más de 5.000 familias, con unos derechos reconocidos por importe superior a los 3,7 millones de euros. Los contribuyentes de la comunidad tienen derecho a desgravarse determinados gastos familiares en el IRPF aunque no alcancen la cuota tributaria mínima exigible para la aplicación de otro tipo de bonificaciones fiscales.