La Consejería de Economía y Hacienda ha planificado 320 visitas a establecimientos comerciales de Castilla y León, 30 en Zamora, para llevar a cabo controles de inspección durante la tradicional campaña de rebajas de verano, que comenzó ayer y se extenderá hasta el 31 de agosto. La vigilancia se centra en garantizar que los productos ofertados preservan su calidad pese al descuento aplicado en los precios y que en las operaciones de venta se garantizan los derechos de los consumidores. La inspección, según se informa desde la Junta, se practica tanto sobre el establecimiento comercial como sobre los artículos a la venta.