Efectivos de la Guardia Civil de Burgos decomisaron en un mercado medieval 300 tarros de miel y 214 botellas de licor por presentar irregularidades en el etiquetado y precinto de las botellas eludiendo el impuesto del alcohol, según informaron hoy fuentes del instituto armado. La colaboración entre el Área de Sanidad del Ayuntamiento y el Seprona de la Comandancia de la Guardia Civil permitió retirar del mercado estos productos dispuestos para la venta. Se comprobaron irregularidades en la etiqueta de registro sanitario en el caso de la miel y carencia del timbrado de impuestos de alcohol en los orujos.

El vendedor y propietario pudiera haber incurrido en un supuesto fraude, falta de trazabilidad y uso fraudulento de precinto de alcoholes. El continuo trasiego de información entre Unidades del Cuerpo, en este caso dimanante del Seprona de Zamora, permitía conocer a la Sección de este Servicio en Burgos, la existencia de un comerciante que ofrecía miel y licores, sin las debidas garantías sanitarias.

En uno de los tenderetes y en presencia de su responsable, se detectaron 214 botellas de bebidas alcohólicas (licores, cremas y orujos de múltiples variedades, con un volumen de alcohol entre 15 por ciento y 40 por ciento) de 70 centilitros de capacidad cada una, que o bien carecían de la precinta o las que lo portaban eran falsas por no corresponderse con las características del preceptivo timbrado para este tipo de aguardientes.

Los 300 tarros de miel existentes en la caseta, de cuatro variedades y de 1 kilogramo de peso por envase, portaban una etiqueta con un número de registro sanitario inexistente, resultando ser falso y no garantizando, por tanto, las debidas medidas sanitarias. Los productos, que han sido intervenidos, eran vendidos individualmente o por lotes de tres, según constaba en los expositores.