Castilla y León cerró 2015 como la segunda comunidad autónoma con más donaciones de sangre por habitante, con un registro de 42,89 por cada 1.000 habitantes, sólo superada por Extremadura -45,36- y seis puntos porcentuales por encima de la media española -36,64-. Así figura en el "Informe 2015 sobre la Donación de Sangre en España" de la Federación Española de Donantes de Sangre.