La Unión de Guardias Civiles ha denunciado públicamente que los agentes del Cuerpo en Castilla y León realizan pruebas de tiro sin contar con servicio de ambulancia alguna para atender a los funcionarios en caso de accidente, circunstancia que la UGC tilda de un "desprecio" más hacia su vida, en la línea de lo ocurrido con los chalecos antibalas, ya que también critican que no se les proporcionan este tipo de protectores de forma individualizada. En el caso de las pruebas de tiro, la UGC asegura que dichas prácticas, con munición real, a menudo se realizan en lugares poco accesibles de la geografía regional y, lo que califican de muy grave, sin que los agentes cuenten con el auxilio de un servicio de ambulancia en previsión de posibles accidentes.