La Consejería de Educación trasladó "instrucciones, recomendaciones, sugerencias y criterios" a los tribunales de oposición para el Cuerpo de Maestros de 2009, con el objetivo de "suspender a los candidatos que habían conseguido una nota del entorno del 5", que suponía el aprobado. Una situación que llegó en plena crisis y a cuya sentencia, a la que tuvo acceso Ical, fue dictada ayer por la Sala de lo Contencioso-Administrativo de Valladolid del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL).

El juez "no tiene dudas de que por parte de alguna autoridad no identificada de Educación, departamento que entonces dirigía Juan José Mateos, se impartieron órdenes a través del conducto oficial", en referencia a los presidentes de las comisiones de selección y de los tribunales. De hecho, añade, "la prueba articulada de contrario no permite llegar a diferente conclusión". Por ello, en su fallo, la Sala decide aprobar a todos los que consiguieron más de un 4 de nota para permitirles acceder a la fase de concurso.

Entiende el tribunal que toda esta circunstancia "coloca ya a los órganos de calificación en una situación de violencia moral o de condicionamiento técnico indiscutible, de cara a adecuar sus decisiones a esos criterios, sugerencias, instrucciones u órdenes". Durante la prueba testifical, algunos de estos miembros declararon "no haberlas seguido, lo cual les honra, pero otros sí". "Si una Comisión de Selección, que por impartir criterios, lo hace en sentido directamente contrario a las bases de la convocatoria, está adulterando, condicionando, desvirtuando la limpieza de todo proceso selectivo y afectando a los derechos de acceso en condiciones mérito y capacidad de los funcionarios, en este caso interinos", sentencia.

Llama la atención el reconocimiento de algunos de estos presidentes de tribunales "en abrumadora coincidencia" en pruebas testificales realizadas en septiembre de 2015. En total fueron 114, aunque no todos fueron llamados por el tribunal. Así, algunos reconocen que hubo una "comunicación", a otros les trasladaron instrucciones indirectas de "que no se puede aprobar a todo el mundo" y a otros se les sugirió la modificación de algunas notas de aspirantes. Otro testigo admite, según la sentencia, que la lista de aprobados "se iba rehaciendo cada día y que realmente se evaluaba a todos cada día".

La sentencia también tranquiliza a aquellos que superaron la nota de corte en la prueba realizada en junio de 2009, pues manifiesta que la ejecución del fallo no afecta a la situación creada respecto de opositores "de buena fe" que aprobaron el proceso selectivo convocado. Otra cuestión que aclara es que este fallo solo se aplicará a aquellos que decidieron recurrir el proceso ante el contencioso-administrativo, unos 80 aspirantes.

El director general de Recursos Humanos de la Consejería de Educación, Jesús Hurtado, defendió que desde los servicios centrales de su departamento "no se han dado instrucciones fehacientes" en relación a estas oposiciones. A su juicio, el juez "ha dado más veracidad" a los recurrentes que a la Junta, porque se presentó un certificado en que se señalaba que estas órdenes que indicaron los testigos "no existía".