Agentes de la Policía Nacional liberaron en Salamanca a tres mujeres de origen rumano obligadas a ejercer la prostitución por los miembros de un grupo familiar de su misma nacionalidad. El dirigente de este grupo criminal fue detenido en el marco de la operación, mientras que se dictaron órdenes de búsqueda a nivel internacional para otros dos miembros que abandonaron territorio español, informó hoy la Policía Nacional.

La operación se inició con una denuncia anónima a través de la página web de la Policía Nacional, donde se alertaba de que las víctimas eran obligadas a mantener relaciones sexuales con los clientes las veinticuatro horas del día, viviendo además en pisos de Salamanca en pésimas condiciones y solo pudiendo salir a la calle en compañía de alguno de los proxenetas de la banda criminal que las tenía encerradas y que incluso dormían en los pisos para mantener a las víctimas vigiladas.

A partir de los datos aportados, los agentes investigaron hasta llegar a una organización criminal de carácter internacional que captaba a sus víctimas aprovechando la situación de vulnerabilidad en la que se encontraban en su país de origen, Rumanía, con falsas promesas de trabajo en España para, una vez llegadas a su destino, obligarlas a ejercer la prostitución en pisos hasta devolver el dinero que había generado su traslado.

La operación fue llevada a cabo por la Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Comisaría Provincial de Salamanca y la Agregaduría de Rumanía en España.

Esta operación se enmarca dentro del Plan de la Policía Nacional contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual, que en enero de 2015 inició su segunda fase. Durante el último año se llevaron a cabo 211 operaciones, en las que se identificó a 520 mujeres como víctimas de trata, ascendiendo a 690 el número total de detenidos.