Caja Rural presentó ayer viernes su balance del 2015, con un crecimiento del 35,5 por ciento en nueva inversión en León durante el año pasado, que supone "el avance del proyecto socioeconómico de la Banca Cooperativa Local en nuestras provincias". Así lo puso de manifiesto el director general de Caja Rural, Cipriano García, que destacó también que el volumen de negocio total de la entidad ascendió a 2.626 millones de euros, un 4,4 por ciento más que en 2014.

Las bases de la estrategia de Caja Rural durante el 2015 se han apoyado principalmente en el saneamiento de activos, incremento de la capitalización y mantenimiento de su modelo basado en el desarrollo y apoyo al tejido productivo y al entorno social del territorio. Así, en líneas generales, destaca especialmente el alza de los recursos gestionados con un crecimiento del 7,3 por ciento y de los recursos propios, con un aumento del 15,7 por ciento hasta alcanzar los 156 millones de euros. "Un dato consolida nuestra posición financiera y patrimonial y que nos permite afrontar, con mayor confianza, nuevos proyectos para los próximos ejercicios", recalca.

Otros datos económicos hacen referencia a la tasa de morosidad en un 8 por ciento, muy por debajo del promedio del sistema financiero, y a los ratios de solvencia (14,5 por ciento) y eficiencia (40,5 por ciento. A este respecto, García destacó que esos ratios de rentabilidad y eficiencia de su cuenta de resultados están por encima del promedio del sistema financiero, siendo unos parámetros muy competitivos y además, objeto de referencia para nuestros competidores. Así, Caja Rural cuenta con 113.000 clientes y con un total 215 cooperativas asociadas. Con esta situación, Caja Rural cerró el año pasado con un beneficio después de impuestos de 8 millones de euros, con un incremento del 13 por ciento respecto al año anterior.