Julio Mozo, el controlador de la ORA que estaba charlando con la agente municipal Raquel Gago cuando Triana dejó en su coche el arma con el que su madre mató a Isabel Carrasco declaró ayer que estaban enfrascados en una conversación cuando aquella se acercó y dijo "Abre. Ahora mismo vuelvo, voy hasta la frutería", le dijo y oyó el sonido de la puerta al cerrarse. Añadió que Raquel tenía una visión total del coche mientras hablaban y que supone que tuvo que ver que su amiga introducía algo en el interior. Manifestó también que no percibió una actitud especial en Raquel y que después de irse Triana no notó ninguna alteración de la agente, ni en el control ni en la atención. También declaró una vecina de Isaberl Carrasco. "Me dijo que no llamara a la policía, que se marchaba y no volvió". Es el relato de la conversación que la vecina de Isabel Carrasco que vio vigilando el domicilio de la víctima a Montserrat mantuvo con esta cuando la increpó sobre su presencia constante en la zona. La mujer también vio a Triana en el entorno de la zona donde está el edificio, paseando junto a su madre, en algunas ocasiones.