La agente de Policía Local Raquel Gago prestó declaración ayer y negó que fuera consciente de que Triana Martínez, hija de la autora confesa de los disparos que acabaron con la vida de Isabel Carrasco, hubiera escondido el bolso con el arma homicida, así como un fular y guantes usados por Montserrat Martínez, dentro de su vehículo y camuflado dentro de otro bolso de lona de mayores dimensiones. "No sé por qué Triana metió el arma en mi coche, pero desde que eso pasó no he tenido vida", respondió entre lágrimas al interrogatorio.

Gago ha precisado que ella se encontraba hablando con un controlador de la ORA y que vio acercarse a Triana Martínez con la que tenía una relación de amistad. "Me dijo hola y pasó de largo, yo esperaba que se parase a hablar con nosotros. Me dice que si tengo el coche abierto, no sé si pregunta o afirmación, y yo accionó instintivamente el mando a distancia que lo tenía en la mano". En ese momento, ha precisado, no sintió que se abriera la puerta ni vio que Triana introdujera nada en su interior. "Que yo me diese cuenta en ese momento no dejó nada en el coche", ha precisado, aunque ha reconocido que tuvo que ser en ese momento cuando Triana dejó el bolso con el revólver dentro de su coche.

Después de esto, Raquel ha explicado que Triana dijo "voy a la frutería y ahora vengo" y que ella se percató de su ausencia cuando terminó de conversar con el controlador de la ORA. Entonces decidió llamar a su amiga. "Me doy cuenta que no ha vuelto, yo me iba a ir, ya no me lo cogió (el teléfono) es posible que estuviera detenida", ha agregado.

Raquel ha asegurado que posteriormente ella se dirigió a una clase de restauración y que un compañero de trabajo le llamó y le comentó que habían matado a Isabel Carrasco y que su amiga Triana y su madre estaban allí y que podrían estar involucradas. "Yo pensé que eso era imposible, creí que eso no podía ser real, como no me dijo que era seguro pensé que se tenían que haber equivocado".

La agente de Policía Local Raquel Gago ha sido la segunda en declarar en la jornada de ayer. La acusada, para la que la Fiscalía solicita 23 años de prisión, la misma pena que para las otras dos implicadas.

En cuanto a cómo encontró el arma dentro de su coche, Raquel Gago explicó que no se percató hasta 30 horas después que tenía el bolso que había depositado Triana en su coche. "Yo empecé a recordar todo cuando veo el bolso", ha reiterado.

"Algo brillante"

Gago ha indicado que encontró el arma cuando intentaba sacar unas garrafas de agua que se encontraban en el interior de su coche y que al romperse una de las garrafas mueve las cosas que tenía en el interior del coche y comprueba que está el bolso que había depositado Triana y dentro ve "algo brillante" que identifica como parte de un arma.

En ese momento, Raquel ha dicho que se encontraba con su amiga Leticia y con su hermana y que decidió llamar a un policía nacional, Nacho, para contarle lo ocurrido.

A preguntas del fiscal, Gago ha dicho que exactamente no estaba bloqueada, pero que no se podía creer todo lo que había ocurrido. "Yo no sé lo que es bloquear, no me lo podía creer, no me podía creer que eso era verdad".

En cuanto a la animadversión que Triana y su madre, Montserrat, tenían por la presidenta de la Diputación, Raquel ha reconocido que lo sabía y que conocía que odiaban a la política leonesa, así como que había perjudicado a Triana, aunque ha insistido en que su amiga nunca le confesó que querían matar a Isabel Carrasco ni que esta había intentado besarla. Además, a preguntas de su propio letrado, Fermín Guerrero, Raquel ha negado cualquier tipo de enemistad con Isabel Carrasco a la que ni siquiera conocía personalmente. También ha declarado que no tenía ningún tipo de relación con Triana más allá de la amistad.