El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, recurría a la ironía para contestar a las preguntas sobre su futuro político al frente del Ejecutivo y calificaba de "diálogo de besugos" lo que se produce en torno a si dejará o no el cargo antes del fin de la legislatura. En la rueda de prensa que seguía a la reunión con los altos cargos de la Junta, Herrera afirmó que accedió al cargo el pasado verano "sin condición" alguna y "a todos los efectos".

Aunque ha reconocido que hace unas semanas auguró en la sede de las Cortes de Castilla y León sus planes para completar los cuatro años de la legislatura, ha añadido que "quién sabe" lo que ocurrirá en el futuro, de aquí al final de la legislatura.

Sí ha recordado Herrera que cuando accedió al cargo que ostenta desde 2001 y algunos le dieron en llamar "Juan Vicente, el breve", el tiempo ha venido a demostrar que no estaban acertados con su visión.

Sobre el "comportamiento" del diputado por Segovia Pedro Gómez de la Serna, excluido del PP del Grupo Parlamentario, Herrera aseguró que "no sería posible" en su Gobierno porque no superaría su código ético. Herrera insistió en que Gómez de la Serna "debería haber renunciado" a su posición en las listas del PP por Segovia cuando se conocieron informaciones sobre sus actividades empresariales y las cuantías económicas que percibía a cambio mediante comisiones.