El Programa de Detección Precoz de Hipercolesterolemia Familiar de Castilla y León realizó a lo largo de 2015 un total de 112 estudios genéticos sobre esta enfermedad hereditaria, cuya incidencia se estima que alcanza a una de entre 400 o 500 personas y cuya transmisión puede llegar al 50 por ciento de los miembros de una familia afectada, según informaron fuentes del Ejecutivo autonómico en un comunicado. Esta prestación preventiva, puesta en marcha en 2008 y pionera, permite la valoración genética en cascada de los familiares de primer grado de un caso índice ya diagnosticado. De esta manera es posible identificar los casos y los familiares susceptibles de padecer la hipercolesterolemia familiar antes de que desarrollen enfermedades cardiovasculares, evitando errores en el diagnóstico al haber aplicado únicamente criterios de valoración fenotípicos. Precisamente, la hipercolesterolemia familiar se expresa desde la infancia y se asocia a enfermedades cardiovasculares prematuras. El 50 por ciento de los varones que la padecen y del 20 por ciento de las mujeres que sufren esta dolencia podrían presentar un episodio coronario en torno a los 50 años.