La mocedad de Prioro (León), arropada por prácticamente toda la población, se ha entregado en los últimos días en plantar en medio del pueblo un soberbio mayo de 33 metros de altura. El montañés vecindario cumple esta tradición con motivo de la ordenación sacerdotal de Santos Rafael Ramírez Chicas.

La celebración religiosa tendrá lugar en la Catedral de León, el próximo día 20 de diciembre, pero la primera misa será oficiada el 26 en la iglesia parroquial de Prioro, donde ha venido desempeñado en los últimos tiempos su apostolado evangélico.

Los mozos de Prioro procedieron el sábado a cortar el pino más alto y recto que encontraron en el bosque para luego trasladar el superlativo tronco, debidamente despojado del ramaje, salvo la copa, hasta el pueblo. Una operación que exige pericia y coordinación por las dimensiones del ejemplar elegido para tan solemne ocasión. Prueba de las dificultades que entraña su manejo es que, por más ojos escrutaban su marcha, en uno de los recodos del camino, ya dentro del casco urbano, perdió la copa al golpearse contra uno de los edificios. Esta mutilación la resuelven los mozos recolocándola en su sitio con los debidos amarres y garantías.

Situado el mayo en el escenario donde es instalado, llamado el Alto de la Calle, los mozos proceden al descortezamiento de todo el tronco para dejar el fuste liso y pulido como una joya. En el centro del tronco es colocado un sólido palo, del grosor de un buen mango, llamado descansillo, que permitirá a los escaladores que se presten a subirlo a tomar el ganado respiro en su ascensión hacia la copa.

Durante la mañana de hoy la mocedad llevó a cabo la colocación del asombroso mayo en su sitio, en esta ocasión sirviéndose, además de las largas maromas y las faraónicas "tijeras" de madera, de una máquina grúa. Que es una operación dificultosa lo evidencia el hecho de que fuera preciso retomar el izado, cuando ya estaba mediado, para asegurar bien todos los pasos. Santos Rafael Ramífez, nacido en El Salvador y con la familia radicada en Virginia (Estados Unidos), tuvo el honor de echar las primeras paladas de tierra en el cuenco que acoge el mayúsculo pino, en cuya copa fueron instaladas este año un conjunto de bombillas que, con su alumbrado, darán al mayo una estampa navideña.

Es una operación espectacular, seguida con emoción y entusiasmo por decenas de vecinos. A pesar del gélido tiempo reinante, a la cita acudieron niños y personas de todas las edades, incluso nonagenarios. Como es costumbre, las mozas, luciendo folclóricos y típicos trajes, animaron con sus cánticos "el pinado" del pino. "Arriba mozos arriba, arriba con ese mayo, si no lo pináis vosotros vendrán los de Caminayo" (Pueblo vecino). Con estas incentivadoras coplas los mozos no tienen otra opción que echar el resto, en fuerza e ingenio, para dejar como Dios manda el mayo.

El próximo sábado 26 de diciembre, día de la primera misa de Santos Rafael Ramírez, el reto estará en subir el mayo, posiblemente más que resbaladizo en su base porque hasta entonces numerosos jóvenes alisarán su primer tramo al ejercitarse en la escalada. Miel en los pantalones fue, antaño, una de las argucias para marchar hacia las alturas.

Prioro es una población con una larga historia de hombres ligados a la vida monástica y eclesiática, así como a la académica y pastoril. Las tradiciones siguen vivas en todos los órdenes y todas las ocasiones son propicias para mantenerlas al día y con rigor, y para celebrarlas como los grandes festejos.