La Consejería de Sanidad redoblará esfuerzos el próximo año para garantizar la asistencia sanitaria de calidad y en condiciones de equidad en aquellas zonas poco atractivas para los profesionales de medicina de familia, en especial en aquellas áreas rurales periféricas, dispersas y poco pobladas donde ya se están dando algunos problemas. Así lo concretó ayer el responsable de este departamento, Antonio María Sáez Aguado, durante su comparencia ante la Comisión de Economía y Hacienda de las Cortes para explicar el presupuesto de la Consejería para 2016, que supera los 3.300 millones de euros, un uno por ciento más respecto a los de 2015.

Estos incentivos pasan por medidas económicas, carrera profesional, formación, concursos de traslados e investigación, entre otras que el consejero no concretó ya que habrá un grupo de trabajo, integrado por profesionales y sociedades científicas, que será el encargado de trazar la hoja de ruta, de definir estas plazas, estudiar los criterios que determinen las que se consideran como de difícil cobertura y los incentivos.

Con esta medida, una de las principales novedades del capítulo I, Sanidad quiere adelantarse a la jubilación de unos 600 facultativos de Primaria en los próximos cinco años, para lo que también trabaja en nuevos procesos selectivos y de promoción interna. En este sentido, el consejero anunció la convocatoria de más de 1.100 plazas sanitarias, de las que 391 son plazas de Medicina de Familia que colean de procesos anteriores, y unas 260 de médicos especialistas. En concreto, derivan de las ofertas de 2015 y los procesos de promoción interna de este año y de los de consolidación de la OPE de 2011, según explicaron a Ical fuentes de Sanidad. También, para avanzar en el "reconocimiento y promoción" de los profesionales, Sáez Aguado recordó que comenzará la recuperación de las condiciones laborales con medidas como la subida salarial del uno por ciento, la recuperación de la paga extra en los términos que son objeto de negociación, al tiempo que se mantendrá la tasa de reposición en el cien por cien.

Por otro lado, se comprometió a aprobar todos los años un Plan de Reducción de Demoras con el objetivo de gestionar mejor las demandas, reducir los tiempos de espera y ordenar el acceso a las prestaciones diagnósticas y terapéuticas. El plan pondrá énfasis en la clasificación de pacientes por grados de prioridad y en función de los criterios clínicos, tal y como se vienen gestionando en los últimos dos años las listas de espera quirúrgicas de los hospitales.

Mientras, los grupos de la oposición en las Cortes de Castilla y León -PSOE, C's, Podemos y Mixto- lamentaron que el presupuesto de la Consejería de Sanidad para 2016, que supera los 3.300 millones, retrotraiga al sistema sanitario de la comunidad al año 2011, cuando superó los 3.450, y consoliden el "sufrimiento de miles de enfermos" que han tenido que sufrir la "debilidad del sistema" en los últimos cuatro años, en palabras de la procuradora socialista Mercedes Martín.