La Junta de Castilla y León ha establecido las directrices de los Presupuestos Generales de la Comunidad para el año 2016, que pretenden consolidar la recuperación económica, con el objetivo de generar empleo de calidad; garantizar los grandes servicios públicos, y fortalecer la cohesión territorial. Además, adecuarán ingresos y gastos al cumplimiento de los objetivos de estabilidad y de deuda pública, según recoge la orden de la Consejería de Economía y Hacienda que publica en su edición de ayer el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl).

Asimismo, la asignación de los recursos disponibles entre los distintos programas de gasto se realizará de forma que el 80 por ciento del gasto no financiero que vayan a gestionar las diferentes consejerías, se destine a programas de gasto de educación, sanidad, servicios sociales y dependencia. Además, la Junta señala que se garantizará que en todo caso, la cobertura de los compromisos ya adquiridos y la realización de las actuaciones cofinanciadas con recursos de carácter finalista, tanto de la Unión Europea como de otras administraciones y entes.

Estos presupuestos, los primeros de la novena Legislatura, se elaborarán con un déficit del 0,3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) y un objetivo de deuda del 18,6 por ciento asignado. Además, tendrán que respetar el límite al crecimiento de gasto público del 1,8 por ciento, establecido en la regla de gasto.