El Gobierno de España ha asignado a Castilla y León 1,44 millones de kilos de alimentos en la primera fase del Programa 2015 de ayuda a las personas más necesitadas para distribuir de forma gratuita a través de Cruz Roja y el Banco de Alimentos, a 73.898 beneficiarios de la región con la colaboración de 563 entidades sociales.

Los alimentos se presentan en una cesta de 15 productos de fácil transporte y almacenamiento, poco perecederos, y sobre todo, de carácter básico, lo que permite que las personas desfavorecidas puedan preparan comidas para todos los miembros de la familia, incluidos los bebés.

La provincia que más ayuda recibirá en esta primera fase, será Valladolid que repartirá 317.020 kilogramos de alimentos valorados en 277.761 euros. En Zamora, el Programa de ayuda destinará 107.604 kilogramos con un valor de 93.763 euros que repartirán Cruz Roja y el Banco de Alimentos.

El total del programa 2015 de ayuda a personas desfavorecidas en la región está en torno a los 4,8 millones de kilos de los cuáles el 30% se repartirán en esta primera fase. La segunda fase está prevista para finales de septiembre, cuando se prevé que se distribuya un 40%. En cuanto al 30% restante, se repartirá en febrero de 2016 según informan fuentes de la Subdelagación del Gobierno.

El proyecto de 2015 destinará un total de 113,15 millones de kilos de alimentos en todo el territorio nacional, lo que supone un incremento de 64 millones respecto al año anterior. Una noticia que aunque positiva para las familias más necesitadas, refleja la situación social y la creciente pobreza de nuestro país.

Este programa se entronca en el nuevo marco financiero de la Unión Europea 2014-2020, por lo que se financia con cargo al Fondo de Ayuda Europea para Personas Desfavorecidas (FEAD) el 85% y el Estado español el 15% restante. Dicho Fondo contempla como novedad, actuaciones para contribuir a la inclusión sociolaboral de las personas desfavorecidas que reciben alimentos, de cuya implementación se encarga el Ministerio de Sanidad, que destaca la labor de las entidades sociales, del Tercer Sector de Acción Social, cuya colaboración resulta indispensable en el diseño de proyectos de asistencia a familias y personas a los que la crisis ha afectado especialmente.