La crisis económica parece el factor principal del aumento de donaciones de cuerpos a la ciencia que se recoge en los testamentos vitales de Castilla y León, ha informado a Efe una de las inspectoras habilitadas para registrar los testamentos vitales en Burgos, Magdalena León.

Aunque no hay datos sobre cuántos de los 4.843 testamentos vitales que se han registrado en Castilla y León en la primera mitad de este año incluyen la donación a la ciencia, un indicador claro es que las dos facultades de Medicina de la región, Salamanca y Valladolid, ya no aceptan prácticamente cuerpos para la docencia y solo recogen aquellos útiles para alguna investigación concreta que esté en curso.

Cuando alguna persona indica su voluntad de donar el cuerpo a la ciencia, la Junta de Castilla y León le da el teléfono de las facultades de Medicina que son las que tienen que decidir si aceptan y se comprometen a recoger el cadáver. Magdalena León ha explicado que, desde hace unos meses, no solo es posible donar órganos o el cuerpo para investigaciones científicas, sino que también es posible donar el cerebro o la médula al Instituto de Ciencias Neurológicas de Salamanca. Los testamentos vitales sirven para que una persona pueda dar instrucciones sobre cómo quiere ser tratado en sus últimos momentos de vida, en el caso de sufrir un proceso irreversible y no tener capacidad para expresar su voluntad en ese momento, y qué se debe hacer con su cuerpo.

De los 4.843 testamentos vitales registrados en los seis primeros meses del año en Castilla y León 2.192 se registraron directamente ante los funcionarios regionales habilitados; 2.016 ante testigos; y 635 ante notario, aunque en estos dos últimos casos también es obligatorio registrar después el documento ante la administración autonómica.