El vallisoletano Germán Delibes de Castro ha obtenido el Premio Castilla y León de Restauración y Conservación del Patrimonio, en su edición correspondiente a 2012. El jurado acordó, por unanimidad, conceder este galardón a Germán Delibes de Castro «por su labor investigadora y docente que ha contribuido a desarrollar la arqueología de Castilla y León». Germán Delibes constituye «una referencia nacional e internacional en el ámbito de la arqueología, a la vez que ha propiciado la formación y consolidación de una generación de profesionales de primera magnitud y ha contribuido intensamente a la divulgación de los valores culturales y patrimoniales en la sociedad».

Germán Delibes de Castro se formó en la Universidad de Valladolid. En 1979 obtuvo plaza de profesor adjunto de Prehistoria en el Universidad Complutense y cuatro años más tarde se convierte en uno de los catedráticos más jóvenes de la Universidad española al ganar la Cátedra de Prehistoria en la Universidad de Córdoba. En 1986 se traslada a Valladolid donde continúa su labor docente.

Desde sus comienzos enfoca sus trabajos en torno a la I y II Edad del Hierro en la Meseta Norte y, dentro de este espacio temporal, a lo que sucede entre el Paleolítico y la Edad del Hierro. En este ámbito aborda el estudio arqueológico de la Submeseta Septentrional en los albores de la Edad de los Metales, lo que conformó su tesis doctoral. Sus principales áreas de estudio e investigación tienen su escenario en el Calcolítico y la Edad del Bronce, periodos de los que ha dejado sólidas aportaciones científicas referidas a nuestro territorio. Sus labores de investigación van desde sus primeros trabajos en el poblado calcolítico de Almizaraque, hasta los que viene dirigiendo en la actualidad en el Recinto de fosos calcolíticos del casetón de la era en Villalba de los Alcores y en el yacimiento de Molino Sanchón, en Villafáfila.

Tras conocer el galardón, Delibes sostuvo que la arqueología está pasando un «mal trance» y pidió a la administración que no «baje la guardia» en la protección, a pesar de la escasez de recursos públicos, para evitar que se produzcan expolios.

Denunció que es muy complicado conseguir financiación para realizar nuevas excavaciones o investigaciones, si bien consideró que si se mantiene a salvo los yacimientos, otras generaciones podrán en el futuro realizar trabajo de campo.

En ese sentido, Delibes reflexionó que la irrupción de la crisis económica ha complicado el desarrollo de la arqueología ya que aseguró que en estos tiempos es muy difícil encontrar fondos que sufraguen las excavaciones, la arqueología de campo. Aseguró que este campo se considera una «necesidad» y «esencial» en tiempos de bonanza, sin embargo en periodos de restricción es más complicado que se le reconozca su papel.