El consejero de Economía y Empleo, Tomás Villanueva, anunció que la Junta ha planteado al Gobierno central que el carbón autóctono tenga un peso del 8,5 por ciento en el futuro mix energético, es decir, que las centrales térmicas produzcan ese porcentaje de la energía que necesita España quemando el mineral que se extrae en las cuencas nacionales. Esa cifra conllevaría que “se redujera algo el sector en Castilla y León”, pero permitiría “mantener las explotaciones competitivas, las que puede producir sin ayudas”, según explicó Villanueva durante 'Los desayunos de Ical'.

El consejero aclaró que ese escenario se daría siempre y cuando se cambie la actual normativa europea que establece que las industrias del carbón que quieran seguir produciendo más allá de 2018 tendrán que devolver las ayudas europeas que han recibido en los años anteriores. “Eso es lo que hay que cambiar, en otros sectores no es así y no sé por qué el anterior Gobierno lo aceptó”, señaló Villanueva, quien recalcó que la devolución de esas cuantías “haría inviable que ninguna empresa (regional) pudiera continuar”.

El titular de Economía instó además al Ministerio de Industria a exponer lo antes posible su propuesta sobre el nuevo plan del carbón, ya que el actual concluye a cierre de 2012, y en su conjunto la política energética por la que se quiere apostar. “Con las nuevas condiciones y requisitos para el carbón, su viabilidad futura es complicada”, declaró Villanueva, quien añadió que en estos momentos el sector está en plena “reestructuración” y que, por tanto, “el escenario está completamente abierto”.

“El Gobierno no acaba de decidir su estrategia de cara al futuro, está trabajando en el plan de cierre, pero debe ir unido a si entiende que en España la minería debe ser o no un recurso estratégico, ésa es la primera decisión”, remarcó el consejero de Economía, quien añadió que la Junta de Castilla y León “tiene muy clara la importancia” de este sector y quiere “compartirla con el Gobierno de España para que éste lo defienda luego en Bruselas”. “Si no sabemos el peso de las térmicas en el futuro mix energético, será difícil definir el peso de la minería”, prosiguió Villanueva, quien incidió en que “no se puede empezar la casa por el tejado” y en que “hay que trabajar seriamente en la definición de la política energética española” porque es imprescindible reducir los costes de la energía “para ser más competitivos” en el resto de indutrias.

Al respecto, aseguró que su “preocupación” ahora mismo es que el Ejecutivo central “no ha convocado a nadie”, incluidas las comunidades autónomas, para debatir sobre esta cuestión. “Sabemos que la minería no se va a librar de los ajustes, pero otra cosa es que haya que ajustarla a los planes de cierre de Bruselas”, indicó Villanueva, quien reiteró que al final las cantidades que necesita el sector para mantenerse “no son excesivas” porque se trata de “ciento y pico millones en presupuestos de miles de millones de euros”.

“La Junta tiene claro en este sector lo que nos gustaría, que el carbón autóctono tenga un peso del 8,5 por ciento en el mix energético nacional, y luego qué capacidades tenemos, dónde se podría producir, con qué plantillas, etc., pero lo tiene que decidir el Gobierno para ver si coincide con los nuestro y, si no coincide, tratar de convencerles de nuestra opinión”, comentó.

Sector agotado

El titular de Economía advirtió de que, si no se toma una decisión pronto, “el sector (del carbón) se puede agotar porque lleva mucho sufriendo”. Pese a todo, quiso lanzar un mensaje de optimismo porque aseguró que tanto a él personalmente como a la Junta tanto el ministro de Industria, José Manuel Soria, como el secretario de Estado “siempre” les han transmitido que “quieren un futuro” para el carbón.

“No tengo por qué dudar de su palabra, pero sí tienen que tomar decisiones importantes y las desconocemos, ya han tenido tiempo para reflexionar y hacer un análisis, y es el momento de anunciar las decisiones y empezar a despejar dudas”, aseveró Villanueva, quien aclaró que no cree que el Gobierno “haya perdido el tiempo” porque heredó una complicada situación económica general y, en concreto con el carbón, unas ayudas de 75 millones de 2011 sin pagar cuando había dinero para ello, por lo que ha tenido que “estudiar la situación”. “Me consta que vienen trabajando en el tema, pero hay que ver sus decisiones y qué proponen para que luego cada uno, en base a sus competencias, realice su trabajo, siempre con cooperación”, remarcó el consejero.

En esta línea, recordó que en este sector la planificación se hace a largo plazo porque “se necesita mucho tiempo” para poner en marcha nuevas infraestructuras y que las empresas que quieran continuar con su actividad más allá de 2018 necesitan “conocer el escenario para empezar a hacer inversiones que las hagan más competitivas” y “prepararse” en otros temas como los ajustes de las plantillas o los temas medioambientales.