Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura y Murcia reiteraron ayer al director general de Industrias Alimentarias, Fernando Burgaz, en una reunión en Madrid, su rechazo al sistema de denominaciones de venta establecido en el borrador sobre la norma de calidad del ibérico, y su apuesta por que la pureza racial se incluya en el etiquetado y no en el nombre comercial, frente al apoyo único del documento por parte de Andalucía. Algo que ya conocía Burgaz a través de las alegaciones remitidas por las autonomías al texto y sobre lo que, sin embargo, nada señaló ni adquirió ningún compromiso en el primer encuentro.