La empresa propietaria de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) trabaja en un nuevo escenario: la parada ordenada del reactor de la planta atómica para la segunda quincena del mes de diciembre, si bien todo apunta a que el reactor se pare en la madrugada del domingo 16, según confirmaron a la Agencia Ical fuentes de Nuclenor. La parada del reactor consiste en el traslado del combustible del núcleo a la piscina de almacenamiento, lo que obligará a un cese parcial de la actividad y a que un buen número de trabajadores de la central no trabajen desde el momento en el que se inicie la parada. Sin embargo, Nuclenor destaca que «el que se pare el reactor no significa que cese por completo la actividad», por lo que desde la empresa no saben si la paralización de la actividad puede ser « temporal o definitiva». A expensas de la orden ministerial que obliga a finalizar la actividad de la planta atómica en julio de 2013, parece que el principal motivo de la última decisión en torno a Garoña responde a los elevados costes derivados de la Ley de Medidas Fiscales de Sostenibilidad Energética que grava cada kilogramo trasladado a la piscina de almacenamiento con 2.190 euros, lo que supondría un coste de más de 100 millones de euros en los próximos meses. Un hecho que parecer haber obligado a parar el reactor antes de lo inicialmente pensado.

La decisión ha sido comunicada al comité de empresa de la central, «al igual que todas las decisiones que se han ido tomando», por lo que los trabajadores asumen la parada para los próximos días y se encuentran en una nueva incertidumbre al no saber si su trabajo seguirá en 2013 o finalizará este mismo mes.