Un total de 304 familias se han acogido al servicio integral de apoyo a familias en riesgo de desahucio promovido por la Junta de Castilla y León, que comenzó a funcionar el 1 de noviembre, informó ayer la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades del gobierno regional, Milagros Marcos. En rueda de prensa, la consejera aseguraba que la situación que rodea a los desahucios es «preocupante» y va en aumento, para lo que se ha referido a datos del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León que indican un empeoramiento de la situación. Según esos datos, mientras en todo 2011 se registraron en Castilla y León 3.000 desahucios, sólo en los seis primeros meses de este año ya se habían registrado 2.297.

La consejera insistió en el esfuerzo del gobierno regional por dar una respuesta lo más coordinada posible a las familias afectadas, desde el momento en que se detecta la situación de riesgo hasta la negociación con las entidades financieras o la búsqueda de alternativas si el desahucio llega a ejecutarse.

De hecho, acompañada por el alcalde de Burgos, Javier Lacalle, y el presidente de la Diputación provincial, César Rico, ha destacado la implicación de las entidades locales de la comunidad en el plan, al tiempo que recordó el apoyo de los colegios de abogados y registradores de la propiedad, Cáritas y diez entidades financieras, que aceptan automáticamente la mediación de la Junta.