Las nueve consejerías de la Junta contarán con 7.344 millones de euros de gasto en 2013, un 6,09 por ciento menos que este año, lo que sitúa su asignación a niveles de 2004-2005 de unos presupuestos que ascienden a 9.481 millones de euros, un 2,45 por ciento inferiores a los del ejercicio en curso.

El proyecto de Presupuestos Generales de la Comunidad (PGC) para 2013 asciende a 9.481 millones de euros, lo que supone un decrecimiento del 2,45 por ciento con respecto a las cuentas de 2012 -238,4 millones de euros menos con respecto al presupuesto inicial del pasado año-y se sitúa en niveles por debajo de 2007, lo que ha llevado al presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, ha calificarlos de «realistas, difíciles y extremadamente duros».

Herrera insistió en que se trata de unas cuentas «ajustadas» a la situación de crisis económica actual que se enmarcan en un escenario de «segunda recesión» con el fin último de cumplir el objetivo de reducir el objetivo del déficit al 0,7 por ciento del PIB marcado por el Gobierno central para las comunidades autónomas y no incrementar la deuda pública por encima del 13 por ciento.

De este modo, indicó además que en el cuadro macroeconómico que acompaña a este Proyecto de Ley se contempla una tasa media de paro en la Comunidad del 19,9 por ciento, por debajo de la media nacional del 24,3 por ciento, aunque cinco décimas superior a la tasa de 2012.

Herrera presentaba en la Sala de Mapas de la Presidencia de la Junta el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales de la Comunidad que fueron aprobados ayer lunes en un Consejo de Gobierno extraordinario, después de lo que la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, los registraba en las Cortes.

Así, en la presentación de este Proyecto de Ley el presidente de la Junta destacó que por segunda vez se han elaborado con un techo de gasto no financiero, lo que demuestra «el compromiso de Castilla y León con la estabilidad presupuestaria». En este sentido recordaba que el límite de gasto se sitúa en 8.726,6 millones de euros, una cifra que se obtiene de la suma de los ingresos no financieros -8.33,5 millones de euros- y el déficit público -407,2 millones-, a lo que hay que restar 20,1 millones de euros en concepto de ajustes de la contabilidad nacional. El otro bloque el PGC se ciñe a los 755,002 millones de operaciones financieras en las que se incluye 451,8 millones de euros destinados a amortizar deuda y los 297,8 millones de euros para préstamos financieros.

Herrera detalló los recursos con los que se dota el Presupuesto de 2013, así, señaló en primer lugar las entregas a cuenta procedentes del modelo de financiación autonómica que suponen 5.607 millones de euros, un 2,02 por ciento más que en 2012.

Sin embargo, como destacó el presidente, esta cifra es «insuficiente» para financiar los servicios básicos de la Comunidad como son la Educación, la Sanidad y los Servicios Sociales 5.855 millones de euros. En este sentido, reclamó la necesidad de que se revise el actual modelo de financiación, ya que actualmente estos fondos no garantizan el presupuesto de las tres consejerías relativas a los servicios básicos y que son Sanidad, Educación y Familia que suman un total de 6.198 millones de euros.

Las cuentas se nutren asimismo de 505,4 millones de euros derivados de los tributos tradicionales, cuya recaudación se «desploma» un 10,68 por ciento. Asimismo, de impuestos derivados de la capacidad normativa de la Comunidad se prevé recaudar 349.290 millones, un 71,22 por ciento más por «progresividad» implantada en el sistema fiscal con la recuperación del impuesto de Sucesiones para rentas altas , transmisiones Patrimoniales, 25 millones de euros y Actos Jurídicos Documentados.

Castilla y León contará además con 1.876 millones procedentes de transferencias y otros ingresos.

En cuanto a la deuda, la Comunidad tendrá un endeudamiento total en 2012 de 1.142 millones de euros donde se incluyen los 433 millones de euros de deuda «nueva», lo que representa un descenso del 47,13 por ciento al tener que alcanzarse un objetivo de déficit del 0,7 por ciento.

Por último, Herrera, asumió el «desgaste político» y la crítica ciudadana por las «medidas impopulares» y recortes que adopta con unas cuentas que decrecen por cuarto año consecutivo, pero insistió en que no hay alternativa y es una «necesidad» para el crecimiento de la economía y para la contribución desde la Comunidad a la recuperación de España.