El consejero de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Antonio María Sáez Aguado, reclamó ayer, en un jornada celebrada en Madrid, «reformas estructurales de organización y funcionamiento» en la sanidad española y en las autonómicas para que éstas sean «sostenibles», más allá de las «imprescindibles medidas de ahorro» que «en sí mismas no garantizarían la sostenibilidad más que a corto y medio plazo».

Ante los consejeros del ramo de La Rioja, Navarra y Valencia, Sáez Aguado insistió en la necesidad de «fijar claramente la finalidad» de la sanidad, esto es, «qué sanidad se quiere y cuál se puede pagar», ya que el actual modelo de financiación ha fracasado, no sólo por la crisis sino por «factores estructurales vinculados a la presión demográfica, el envejecimiento, las necesidades tecnológicas y las exigencias de los ciudadanos». Las bases del nuevo modelo sanitario deberían pasar, según Antonio María Sáez Aguado, por «construir un sistema nacional de salud más cohesionado», con servicios compartidos a imagen y semejanza del «sistema nacional de trasplantes».

Por otro lado, el gerente del servicio regional de Salud, Eduardo García, negó ayer que como han denunciado los sindicatos sanitarios se vaya a producir «un cierre de plantas» en los hospitales de la Comunidad este verano, ya que lo que ocurre es un ajuste de las camas en funcionamiento, que se adapta a la demanda.

García aseguró que de lo que se trata, «es de no malgastar ni un euro, por lo que se tienen en funcionamiento las camas que se necesitan».