Los centros de Formación Profesional de Villabáñez, ubicado en Valladolid y especializado en el sector de la automoción, y el de Salamanca, en industrias alimentarias, obtuvieron hoy la calificación de centros de referencia nacional, en el marco del Consejo General de Formación Profesional que se celebró en Madrid. Estos dos centros se suman así al Centro del Espinar en la familia de servicios socioculturales y a la comunidad, el área de actividades culturales y recreativas.

En concreto, el Centro de Villabáñez, en Valladolid se constituye como Centro de Referencia Nacional en la familia profesional de transporte y mantenimiento de vehículos, áreas profesionales de electromecánica de vehículos y carrocerías, mientras que el Centro de Formación de Salamanca pasar a ser Referencia Nacional para la familia de industrias alimentarias, áreas profesionales de lácteos y alimentos diversos.

Esta calificación supone la culminación de un largo proceso de negociaciones entre la Consejería de Economía y Empleo y el Ministerio de Trabajo, que comenzó con la asunción de las competencias en políticas activas de empleo, y supondrá, entre otras ventajas, dotar de mayor prestigio y reconocimiento a los centros, según explicó a Ical el viceconsejero de Empleo, Ignacio Ariznavarreta.

Además, precisó que con este paso “se reconoce que la formación que imparten es de alta calidad y excelencia profesional y ocupacional para el empleo; se conforma un conjunto posibilidades para proyectos innovadores en torno a la formación en estas áreas que les hacen referencia, y se convierten en centros de formación de formadores.”. “Hay que tener en cuenta que muchos profesores y formadores de otros centros de España pasarán por estos centros para adquirir competencias necesarias y estar en la punta de innovación”, precisó, para reconocer que hoy la Junta está “muy satisfecha” por la distinción, que es fruto, dijo, del trabajo de todo el personal y funcionarios que trabajan en ellos, que los han configurado en centros de formación de prestigio.

Por lo que respecta al Centro de FP de Villabáñez, Ariznavarreta recordó que Castilla y León competía con otros como el que la Generalitat de Cataluña pretendía certificar en Martorell. “El centro ha contado con el apoyo de las empresas más importantes del sector de la automoción”, dijo, entre las que citó algunas que operan en la Comunidad como Renault, Iveco y Cartif.

En este centro, al igual que en los otros siete restantes, la “Junta ha hecho un esfuerzo muy importante a lo largo de este año, para dotarlos de medios tecnológicos, materiales y humanos, con el fin de incrementar los niveles de actividad, investigación y desarrollo”, insistió el viceconsejero, para recordar que este año la Junta de Castilla y León invertirá más de cuatro millones en formación a través de esta red y de los centros integrados de formación que comparten las consejerías de Educación y Economía y Empleo. Además, estimó que por ellos pasarán unos 2.500 alumnos. Esta partida se eleva a los 100 millones en acciones de formación a través de sindicatos, patronal, centros privados y centros de formación de corporaciones locales y entidades sin ánimo de lucro.

Antecedentes

Las negociaciones comenzaron hace más de dos años, con la presentación de las candidaturas para centros de referencia nacional, en las diferentes familias profesionales y continuaron con una entrevista entre el consejero de Economía y Empleo de Castilla y León y el ministro de Trabajo e Inmigración, en las que solicitaba un Plan Especial de Empleo y la calificación de los centros de formación, como centros de referencia nacional.

Desde la Junta de Castilla y León y ante el interés de otras comunidades autónomas por obtener la calificación de Centro de Referencia Nacional de Automoción, se adoptaron una serie de iniciativas para defender la calificación que correspondía al centro de Valladolid, dada su larga trayectoria en el sector de la automoción de carácter estratégico en la Comunidad. Estas candidaturas fueron sometidas a examen, por parte de los técnicos del Ministerio, en el que se han valorado distintos aspectos, como las infraestructuras, calidad del profesorado, equipamientos tecnológicos y avanzados, así como los proyectos de futuro presentados por cada candidatura.

Las nuevas calificaciones completan las realizadas en el pasado mes de septiembre. En el Centro de Salamanca se calificó en el área profesional de cárnicas y respecto al Centro del Espinar en la familia de servicios socioculturales y a la comunidad, el área de actividades culturales y recreativas.

Objetivos de los centros

El trabajo que desarrollan los centros de referencia nacional de Formación Profesional abarca aspectos como la observación y el análisis de la evolución de los sectores productivos, para adecuar la oferta de formación a las necesidades del mercado de trabajo; experimentar acciones de innovación formativa y elaborar contenidos, metodologías y materiales didácticos actualizados.

Otro de los objetivos es colaborar y realizar los estudios necesarios para elaborar certificados de profesionalidad de interés general, así como participar en la realización, custodia, mantenimiento y actualización de sus pruebas de evaluación; disponer de instalaciones, equipamientos y medios didácticos, desarrollar técnicas de organización y gestión de la formación y proponer la aplicación de criterios, indicadores y dispositivos de calidad para centros y entidades de formación.

Estos centros además crean vínculos de colaboración, incluyendo la gestión de redes virtuales, con institutos y agencias de cualificaciones autonómicos, universidades, centros tecnológicos y de investigación, centros integrados de Formación Profesional, empresas, y otras entidades, para fomentar la investigación, innovación y desarrollo de la formación profesional, así como para observar y analizar la evolución de las bases científicas y tecnológicas relacionadas con los procesos de formación.

Además, los centros participan en programas e iniciativas internacionales y en el diseño desarrollo de planes de perfeccionamiento técnico y metodológico dirigidos al personal docente o formador, expertos y orientadores profesionales, así como a evaluadores que intervengan en procesos de reconocimiento de competencias profesionales.