Un operativo de la Guardia Civil de Valladolid en torno al robo cable en la provincia ha permitido hasta el momento la detención o imputación de 13 personas y la recuperación de numeroso material diverso procedentes de hechos delictivos, así como unos 1.800 kilogramos de este metal, valorado todo ello en varios miles de euros.

En concreto, las Patrullas de Seguridad Ciudadana desarrollaron una labor preventiva, intensificaron las identificaciones y vigilaron de forma exhaustiva los puntos de acumulación de material o cobre. Asimismo, participaron los Servicios de investigación (Unidad Orgánica de Policía Judicial y Seprona), con análisis y obtención de información sobre estos hechos delictivos, personas relacionadas con antecedentes y lugares de compra venta y la ejecución de una inspección simultánea en estos centros de venta.

Fruto de este operativo, las Patrullas de Seguridad Ciudadana realizaron numerosas identificaciones y procedieron a la detención de un total de once personas a las que sorprendió ´in fraganti´, en diferentes hechos delictivos cometidos en la provincia, bien sustrayendo cable o quemándolo para extraer el cobre.

Finalmente en el día de ayer dentro de este operativo, ya en su fase de explotación, componentes del Seprona y la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Valladolid, apoyados por Unidades territoriales de la Guardia Civil, inspeccionaron simultáneamente un total de 20 establecimientos, ubicados por la provincia, dedicados a la compra y venta de chatarra, dando como resultado que en tres de ellos se encontró material presumiblemente procedente de hechos delictivos cometidos con anterioridad, por lo que a los propietarios de estos establecimientos se les podría imputar un delito de receptación.

Como dato curioso, en una de las inspecciones realizadas por la Guardia Civil en un establecimiento, se halló en su interior un depósito de acero de unos 1.000 kilogramos de peso y, tras hacer gestiones, se comprobó que había sido robado esa misma mañana de una empresa de laboratorios del Parque Tecnológico de Boecillo, por lo que su propietario aún desconocía que le hubiera sido sustraído y por lo tanto no existía denuncia del robo todavía.