El consejero de Fomento, Antonio Silván, salió ayer «decepcionado» de la Conferencia Sectorial de Transportes convocada por el ministro de Fomento, José Blanco, que en su opinión sólo sirvió para diferir «casi dos años» la revisión del Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes (PEIT).

«Nos vamos con la mochila vacía», sentenció Silván a la salida del encuentro, que se prolongó desde las diez de la mañana a las cuatro de la tarde. Según dijo, el objetivo del ministro es paralizar la revisión del PEIT hasta por lo menos diciembre de 2011, según el calendario que expuso ayer a los consejeros del ramo, con el objetivo de evitar las próximas elecciones autonómicas.

«Pretende dilatar al máximo la toma de decisiones», señaló el consejero, quien denunció que el objetivo de Blanco pasa por recortar todavía más las obras de Castilla y León incluidas en el plan y frenar cualquier propuesta de nueva incorporación, pidiendo para ello un informe de la demanda social y coste económico de cada infraestructura que propongan las comunidades autónomas.

Una de las obras que, según el consejero, ya se ha confirmado que no saldrá adelante será el AVE a Galicia pasando por el Bierzo. «Fue una de las dos que citó el ministro que serán excluidas del PEIT», explicó Silván. Además, el ministro se refirió de nuevo a la escasa rentabilidad de algunas líneas ferroviarias, entre las que citó expresamente a la Madrid-Aranda de Duero. En este punto, Silván reiteró al responsable de Fomento que debe «primar la rentabilidad social frente a la económica», como sucede en otras muchas infraestructuras del país.