En torno a cinco mil personas se dieron cita hoy en la Plaza Mayor de Salamanca para rendir homenaje al seleccionador nacional de fútbol, Vicente del Bosque, quien recibió de manos del alcalde de la ciudad el título de Hijo predilecto de Salamanca, distinción que, hasta la fecha, únicamente había recaído en el pintor José Manuel González Ubierna, y los ex alcaldes Pablo Beltrán de Heredia y Fernando Fernández de Trocóniz y Demetrio Gómez Planche.

Durante su intervención, interrumpida en varias ocasiones por los aplausos de la multitud congregada en el ágora pese al calor, del Bosque hizo gala de su humildad habitual al señalar que únicamente ha sido un futbolista "y ahora sólo un entrenador de fútbol que ha intentado cumplir con su responsabilidad". El entrenador charro reconoció haber tenido la suerte de lograr algunas metas que se propuso aunque admitió que "nunca" aspiró "a tanto".

Del Bosque aseguró sentirse "afortunado por haber nacido en Salamanca" y confesó que, día tras día, aspira a la pureza de su origen "intentando ser un charro lígrimo".

En su alocución, el técnico agradeció a todas aquellas personas del mundo del fútbol que le ayudaron a formarse y aprender unos valores que pudo cultivar durante muchos años "y transmitirlos tanto a jóvenes como a profesionales".

Los momentos de mayor emoción se vivieron al recordar a sus padres y a su hermano, fallecido de forma prematura, mientras evocaba "aquellos años difíciles, de la leche en polvo y el queso amarillo que daban los americanos y nos ayudaba a crecer".

El preparador, nacido en el barrio de Garrido, explicó que el fútbol profesional supone "trasladar la ética y la buena conducta personal porque educa además de ser integración, ocio, pasión, sentimiento y emoción", algo que del Bosque no ha dejado de inculcar en sus años en los banquillos "tratando de tener un comportamiento correcto".

El seleccionador nacional recordó, además, las palabras de Nelson Mandela, quien hace años aseguró que "el deporte puede unir lo que no ha unido la política". Tras parafrasear al líder sudafricano, la Plaza Mayor rompió en aplausos.

En la parte final de su alocución, del Bosque agradeció el comportamiento del equipo español en Sudáfrica a quien, dijo, siempre intenta humanizar intentando "que sean buenos profesionales, que se emocionen con su profesión, que no pierdan la perspectiva de donde vienen, que sean íntegros y un buen ejemplo".

Finalmente, dijo sentirse a partir de hoy en la obligación de representar cada día mejor a su ciudad y reveló que ha transmitido y trasladará a su hijos el amor por todo lo salmantino".

El idilio de del Bosque con su ciudad tendrá su prolongación el próximo 8 de octubre, cuando la Selección Española de Fútbol se enfrente en el estadio Helmántico a Lituania en partido clasificatorio para la Eurocopa de 2012, en la que España deberá defender su título de campeona.

"Un ejemplo"

El acto arrancó con las palabras del portavoz del Partido Socialista en el Ayuntamiento, Fernando Pablos, quien, en calidad de juez instructor del expediente del nombramiento de del Bosque como Hijo Predilecto, destacó que el entrenador siempre ha sido "un ejemplo allá donde le ha correspondido estar y uno de los mejores embajadores de Salamanca".

Pablos precisó que el brillante currículo profesional de del Bosque "no constituye el argumento fundamental para el nombramiento que se le ha concedido" y resaltó del técnico, nacido a orillas del Tormes un 23 de diciembre de 1950, "su reivindicación permanente del orgullo de haber nacido en Salamanca".

Tras glosar la trayectoria humana y deportiva del preparador charro, el juez instructor del expediente elogió el compromiso social del entrenador, implicado tanto en el apoyo a las personas que padecen discapacidad como en la defensa pública de asuntos como la modernización de las infraestructuras relacionadas con su ciudad natal, y resaltó "el ejemplo positivo que Vicente del Bosque traslada continuamente a la sociedad, su templanza y su respeto al adversario".

Finalmente, Pablos recordó que la propuesta de nombramiento de hijo predilecto se realizó justo después de la derrota contra Suiza en el mundial y que el pleno en el que se aprobó por unanimidad la distinción se celebró antes de la final del campeonato del mundo de fútbol. "El reconocimiento que hoy hacemos los salmantinos es, sencillamente, un acto de justicia con uno de los mejores entre nosotros", concluyó.

Posteriormente, un audiovisual recordó la trayectoria profesional y personal del homenajeado de quien el alcalde de Salamanca, Julián Lanzarote, destacó su "sencillez proverbial, su serenidad característica, su hombría de bien y su forma ser tan sencilla y humilde".

Lanzarote le agradeció el hecho de haber situado siempre a Salamanca "en el centro de su existencia" y destacó del homenajeado que, en su labor habitual, antes que vestir una camiseta y conseguir un triunfo, siempre efímero, "Vicente enseña a los jugadores a tratar de ser buenas personas y hombres de provecho".

El alcalde proclamó que Salamanca "está orgullosa de su hijo Vicente del Bosque González" de quien la historia, profetizó, dirá que "hubo una vez un hombre, nacido en el barrio de Garrido en los años duros, difíciles de la posguerra, en pleno siglo XX, que elevó a España, muchos años después, en los inicios del siglo XXI, con la ayuda de unos jugadores sensacionales, a la mayor gloria nunca alcanzada por este deporte del fútbol en España, el título de Campeón del Mundo".

La entrega de la distinción de Hijo Predilecto también incluyó la felicitación de la Casa Real, personificada en Sus Majestados Los Príncipes de Asturias quienes, mediante un telegrama, hicieron patente su alegría "por la noticia del merecido nombramiento de Hijo Predilecto de la ciudad de Salamanca".