La Comisión Nacional de la Energía (CNE) advierte del retraso de entre uno y seis años en la ejecución de los proyectos de varias infraestructuras de gas y energía eléctrica ubicados en Castilla y León, en concreto, de seis proyectos de transporte de gas, nueve líneas eléctricas y una veintena de unidades de transformación y subestaciones. Así lo hace constar el duodécimo ‘Informe anual de seguimiento de las infraestructuras referidas en el Informe Marco sobre la demanda de energía eléctrica y gas natural y su cobertura’.

En lo que se refiere al transporte de gas, la CNE señala que los gasoductos Otero de Herreros-Ávila y Otero de Herreros-Segovia cuentan ambos con un retraso de un año y ocho meses, 607 días de demora, mientras que el denominado Segovia Norte espera su conclusión a mediados del año 2011, con 911 días de retraso sobre la fecha prevista de planificación.

Igualmente, la infraestructura que debe llevar este fluido desde Castropodame a Villafranca del Bierzo se retrasa dos años, según la fecha aportada por Enagás. Por su parte, la línea de transporte de gas Villapresente a Burgos, cuya duplicación facilitará el incremento de la capacidad de interconexión entre los ejes Norte y Centro, finalizará en 2012, de acuerdo a las fechas previstas. Para un año más tarde, en 2013, tanto Naturgás como Enagás han solicitado los gaseoductos Castropodame-Zamora y Zamora-Algete, si bien aún no se indica la fecha prevista. Además, la primera compañía gasística ha pedido también la construcción del gasoducto Burgos-Haro.

Por otro lado y además de las infraestructuras para el transporte, se encuentran en proceso de construcción tres centrales de ciclo combinado en Burgos y León. Una de ellas se sitúa en Miranda de Ebro (1.100 megavatios de potencia nominal), con fecha prevista de finalización a partir de 2013 y promovida por Iberdrola, mientras que las otras dos, ambas de 400 megavatios y la promoción de Endesa, se localizan en la localidad berciana de Compostilla, en el entorno de Ponferrada, del que se desconoce el momento de su finalización.

Red de transporte eléctrico

Además de las infraestructuras relacionadas con el gas, el informe incluye otros nueve planes relativos a líneas de energía eléctrica correspondientes al periodo 2009-2013, que cuentan con un retraso de entre uno y cuatro años. Éstos transcurren por los territorios de Burgos, Palencia, Salamanca y Valladolid.

Así, el proyecto que acumula un mayor retraso, con cuatro años, corresponde a la línea Grijota (Palencia)-Vitoria, en el entorno de Miranda de Ebro (Burgos). Con tres años de demora se encuentra la obra de entrada y salida (E/S) en la localidad zamorana de Sayago, que pertenece a la línea de 400 kilovatios que une las poblaciones de Grijota y Villarino de los Aires (Salamanca).

Entre los proyectos con dos años de retraso se localiza la entrada y salida en Palencia de la línea Renedo de Esgueva-Villalbilla (Burgos), de 220 kilovatios. La misma demora registra otro ramal de transporte eléctrico en el entorno de Palencia, también de 220 kilovatios.

Con sólo un año de dilación se encuentran varios proyectos. En primer lugar, el correspondiente a la línea Mataporquera (Cantabria)-Cillamayor (Palencia), de 220 kilovatios, así como la obra de entrada y salida en la localidad vallisoletana de Corcos del Valle, que pertenece a la línea de 220 que une Renedo con Palencia, y que luego discurre hasta la población burgalesa de Villalbilla.

Otra de las que cuenta con el aplazamiento de un año es la línea, de 400 kilovatios, que ensambla la localidad de Aldeadávila de la Ribera (Salamanca) con Arañuelo (Cáceres). Las dos últimas son las obras de entrada y salida en Laguna de Duero (Valladolid), que pertenece a la línea Las Arroyadas-Renedo (de 220 kilovatios), y la construcción de un ramal que unirá las centrales de La Mudarra y La Mudarra 1, en el municipio vallisoletano del mismo nombre y que tendrá una potencia instalada de 220 kilovatios.

A ellas habría que sumar el retraso cercano a cinco años que sufre la polémica línea Lada-Velilla, cuyo proyecto contempla cruzar el Parque de Picos de Europa y que el enfrentamiento entre detractores y gente a favor está demorando la obra año a año. En todo caso, el informe no cita el retraso concreto.

Líneas adelantadas

E informe desvela tres obras que cuentan con adelantos. Se trata del tramo Tordesillas-Otero de Herreros, de 220 kilovatios, y con dos años de adelanto, y las dos líneas de 220 y 400 kilovatios, entre la localidad gallega de Aparecida y Tordesillas.

Igualmente, se ha finalizado la construcción de otras cuatro líneas en los últimos dos años: la entrada y salida en la localidad de Villameca, de la línea de 400 kilovatios Compostilla-La Robla (León); la entrada y salida en Las Arroyadas, de la línea de 220 que une las localidades vallisoletanas de Renedo y Tordesillas; la de 220 kilovatios que discurre entre Renedo y La Mudarra; y, por último, el proyecto de 400 kilovatios entre Segovia y Tordesillas.

Unidades de transformación y subestaciones

El informe incluye también 19 de unidades de transformación eléctrica que corresponde al periodo 2009-2013 y que cuenta con un retraso de entre uno y seis años. El proyecto con un mayor demora, con seis años, es la renovación de la subestación de 220 kilovatios de Herrera de Pisuerga (Palencia).

Con cuatro años de aplazamiento se encuentra la unidad de Miranda de Ebro (Burgos), y con tres, la de Velilla (Palencia) y Sayago. Con dos años de demora, se encuentra la línea de 400 kilovatios de Villarino de los Aires (Salamanca). El resto de obras se encuentran con retrasos de entre uno y dos años y afectan principalmente a las provincias de Burgos, León, Palencia, Segovia y Valladolid.

Conclusiones

Entre las conclusiones, el informe de la Comisión Nacional de la Energía destaca que la mayoría de las actuaciones para la Comunidad en materia de electricidad cuentan con diversos retrasos, “lo que le impide evacuar la energía esperada en el horizonte de planificación en los citados puntos”.

En cuanto a las infraestructuras gasistas, la CNE insiste en que el contexto actual ha llevado a revisar las estimaciones de demanda de gas natural a la baja y no se prevé un crecimiento significativo de la misma durante los próximos años. Por ello, considera preciso “acompasar la puesta en servicio de las infraestructuras a la evolución de las necesidades del sistema” y por lo tanto la próxima revisión de la planificación deberá tener en consideración esta realidad.

Según se constata en el informe, se está dotando al sistema de una capacidad de entrada “excedentaria, en ocasiones sin utilidad efectiva, al no verse respaldada por una capacidad de transporte suficiente”. En consecuencia, si se prevén retrasos en la puesta en marcha de capacidad de transporte sobre lo recogido en la planificación, “no tendría sentido la puesta en marcha de la capacidad de entrada asociada”.