La muerte de M.B.M.P., de 42 años de edad, conmocionó hoy a la localidad de Villoldo (Palencia) tras ser acuchillada por su ex marido, J.S.G., natural de Pesquera de Duero (Valladolid), de 43 años. El presunto agresor se personó a las cuatro de la madrugada en el domicilio que antes compartía con la víctima en presencia de las dos hijas gemelas, a una de las cuales hirió superficialmente, quebrantando una orden de alejamiento de su familia dictada el pasado 23 de agosto.

Se trata de la víctima número 45 en lo que va de año fallecida por violencia de género en España y la cuarta de Castilla y León. La joven mujer agonizó desangrada y los servicios de emergencia -alertados por una de las dos hijas, que pudo esconderse- no pudieron reanimarla. El presunto autor huyó inicialmente en su vehículo, se autolesionó gravemente y llamó tres horas después del asesinato a la Guardia Civil -en torno a las siete de la mañana- para ser detenido en un camino rural cercano. Una vez que su situación hospitalaria lo permita, pasará a declarar ante el juez.

El presunto asesino tenía prohibido acercarse su mujer y a las dos hijas, de 19 años, nacidas en el matrimonio junto a un hijo mayor de 21 años que no estaba presente en el momento del suceso.

El subdelegado del Gobierno, Raúl Ruiz, confirmó a Ical que el presunto autor de la muerte de la vecina de Villodo violó la orden de alejamiento, recientemente decretada tras ser detenido en Calahorra de Boedo (Palencia). La denuncia interpuesta el pasado 19 de agosto por su ex mujer se debió a las amenazas de muerte anteriores que recibió con un cuchillo. El presunto asesino, en libertad, cumplió de madrugada su objetivo.

“Una vez más hay que lamentar un caso de violencia de género, donde pese a las medidas cautelares impuestas, y la distancia, ya que el detenido residía en Olmillos de Sasamón (Burgos) desde que se decretara la orden de alejamiento, no han sido suficientes para evitar esta lamentable muerte”, precisó Ruiz.

El subdelegado explicó que la detención se llevó a cabo en las inmediaciones de un camino habitualmente utilizado por pescadores y conocido por el detenido, al residir durante mucho tiempo en la localidad palentina bañada por el río Carrión. “La orden de alejamiento, que era también para las hijas, suponía la culminación de una difícil situación familiar, pero si hay voluntad de hacer daño poco más puede hacerse”, subrayó.

Actos de repulsa

El Ayuntamiento de Villoldo, localidad de 425 habitantes situada a 30 kilómetros de la capital, decidió convocar un pleno extraordinario para condenar el nuevo caso de violencia de género y decretó dos días de luto oficial, que incluye las banderas a media asta en el balcón del Consistorio. Su alcaldesa, Florentina Vela, se desplazó al Hospital General Río Carrión de Palencia para interesarse por el estado de la hija de la fallecida, que se recupera de las heridas sufridas y será dada de alta en unas horas.

“El suceso nos tiene a todos muy mal y consternados, ya que se ha producido en un entorno de una familia sencilla y discreta que no tenía mucha relación con el resto del pueblo. El dolor ha sido tremendo cuando nos hemos enterado y hay que condenar una vez más esta lacra social, que piensas que nunca te va a tocar de cerca pero que está ahí”, apuntó en declaraciones a Ical.

La regidora, junto al consejero de Familia, César Antón; la directora general de la Mujer, Alicia García; y el delegado territorial de la Junta, José María Hernández, presidió al término del pleno una concentración de repulsa por el asesinato a la que asistieron más de 200 personas. Al finalizar la misma se guardó un minuto de silencio en recuerdo de la vecina fallecida y la alcaldesa, visiblemente emocionada, agradeció la respuesta vecinal.

“Ojalá este asesinato sea el último”, dijo, al tiempo que se señaló: “Se trata del día más triste de mi vida”. Igualmente, se lamentó de “no haber podido hacer algo para evitar este triste suceso”, pero “poco puede hacerse de puertas para adentro en una casa que siempre es un santuario que no se puede profanar”. Los participantes en la concentración se desplazaron después hasta el domicilio precintado de la víctima donde colocaron flores, unas velas y el párroco rezó un responso. Instantes después dejaron una pancarta donde podía leerse: “Villoldo con Belén. Contra la violencia de género. Ya basta”.

Nula vida social

“No era una persona muy conocida en el pueblo aunque ya muchas personas decían que podía maltratar a su pareja”, apuntaron los distintos testimonios vecinales recabados en Villoldo tras el suceso. “No frecuentaba los bares y tampoco se le ha visto mucho por otros lugares”, concretó una vecina que reside en frente del chalet que la víctima y su agresor habían levantado ladrillo a ladrillo hace cinco años.

“Sorprendía mucho ver a los dos miembros del matrimonio trabajar en la obra para poder edificar su propia casa, de la que ella no salía mucho, aunque sí veíamos a sus dos hijas gemelas”, añadió. Otra vecina recordó que el pasado domingo comprobó que una patrulla policial merodeó por el lugar del suceso avisada por la víctima.

La fallecida se fue del pueblo muy joven, con unos 16 años, para dedicarse el servicio doméstico y regresó después a Villoldo para casarse, pasando después otra larga temporada en la provincia de Burgos antes de decidirse a residir de nuevo en su localidad natal, donde encontró la muerte. Sus padres, ambos fallecidos jóvenes hace una década, eran conocidos como “gente trabajadora, muy humilde”. Tuvieron cuatro hijos, dos varones y dos hembras. Todos emigraron, aunque una hermana regresa en ocasiones al tener una casa en el pueblo.

Un compañero del padre de la víctima -trabajador del surtidor de gasolina de Villoldo durante 25 años en el turno de noche y que murió antes de jubilarse- aseguró que la mujer asesinada, a pesar de vivir en el pueblo, no tenía mucha relación vecinal. “Hace al menos cinco años que no yo no sabía de ella, y de su ex marido puedo decir que como mucho acudió una vez en ese tiempo a repostar a la gasolinera”, sostuvo.