Después de las cañas a 5 euros en San Sebastián y la factura de la luz dirigida al cliente “Andate a la mierda, hijo de ****” en Alicante, llega a las redes el último desvarío abusivo de un comercio hacia sus clientes.

En este caso, ha sucedido en la localidad argentina de Mar de Plata. Analía Jensen, la afectada, cenaba en un restaurante bastante céntrico y conocido del lugar y trataba de comerse su ‘bife’ lo más placenteramente posible. Así que como el cuchillo que le tocó no cortaba todo lo bien que a ella le gustaría, pidió por favor que le dieran un cubierto que hiciera mejor su cometido.

La sorpresa le sobrevino cuando pidió la cuenta. ¡Le habían incluido el cubierto en la factura! Y no era barato, precisamente: 200 pesos argentinos (unos 12 euros al cambio) era lo que el hostelero había decidido que valía el uso del ya mencionado cuchillo. Es decir, un 40% del valor total del servicio.

Así que ante este abuso, la clienta dijo que, en ese caso, se llevaría el utensilio a su casa.

La amenaza surtió efecto e hizo entrar en razón a los trabajadores del restaurante, que finalmente no le hicieron pagar por el cubierto, como debiera haber sido desde un principio.