De nuevo esta noche se alza el telón a la hora habitual -las nueve- para seguir disfrutando con el flamenco. En este caso, todo de Jerez. Cuatro artistas de la albariza tierra, y cuatro aspectos de interés: dos cantaores, un artista total y un viejo maestro de la patadita. Dos pertenecientes a la gitanería de Santiago y dos a la de San Miguel (La Plazuela).

Empezaré por el artista total. José María Gálvez de Valle artísticamente ha sido Joselito Gálvez, Josué y actualmente José Gálvez. Pertenece a una dinastía flamenca emparentada con Frasquito Yierbagüena, y más en presente, con Ripoll o su padre Paco Gálvez, habitual saetero y descendiente de Santiago. Es como digo, un artista total, de desbordante creatividad artística, llevándolo incluso a grabar un disco de flamenco fusión llamado Galvez & The National Orchestra of Nowheristan, en 2005. José canta, baila, toca la zambomba, compone, produce y arregla o toca la guitarra, como en este caso y en tres más de las cinco ocasiones anteriores en que ha estado en nuestra ciudad. ¿Hay quién de más?

Felipa Medrano Lara, artísticamente Felipa del Moreno, nace en Santiago y emparenta con el sanluqueño y primordial depositario de romances, gilianas, seguiriyas y otros cantes ancestrales, Ramón Medrano, y más recientemente con la familia Terremoto y los Moneo, Manuel, El Torta y Luis, además del tocaor Juan Manuel Moneo, hijo de Luis. Es una cantaora festera excepcional y de alta competencia cantando para baile. Hoy tendremos la oportunidad de contemplarla dando todo un recital y haciéndolo para adelante.

Juan Lara, está vinculado con La Plazuela, y al igual que Felipa emparenta con los Moneo, en este caso, la madre es hermana mayor del padre de Juan, por lo que son primos carnales. Por otra parte, también es primo de Luis de Pacote. A Juan le está costando hacer la transición del nivel aficionado al profesionalismo, sin embargo, esos difíciles pasos, los está dando con firmeza y rotundidad. Su reciente visita a Zamora con motivo de la Zambomba del pasado diciembre hacía vislumbrar importantes posibilidades que hoy, sobre las venerables tablas de nuestro coqueto coliseo, deben de ser ratificadas en un completo recital.

Finalmente, y no por ello de menor importancia, tendremos la dicha de emocionarnos con un artista, también de la Plazuela, que lleva sobre su arte en estado puro y de sabor auténtico sus ochenta y dos primaveras (el 17 de julio, 83) como si fuera un chaval. Me refiero a Pepe El Zorri, o Tío Zorri, quién nunca ha sido profesional (se ha dedicado, como el mismo dice, a vender bragas hasta su jubilación en el Mercado Central de Abastos de Jerez) sin embargo, siempre ha estado vinculado con el flamenco de altura, desde que empezara con su prima hermana La Paquera, hasta que, supongo, la tierra se lo trague. Espero que sea más tarde que pronto. Además es uno de los componentes más activos de la legendaria peña jerezana de Los Cernícalos. Pues bién, El Zorri nos deleitara con una patadita pletórica de gracia, ángel y sobre todo arte, muchísimo arte.

Todo un lujo para los sentidos.