Lo había pronosticado. Noche redonda y memorable. Por el resultado electoral, Santiago García Martín, seguirá al timón otros cuatro años, asumiendo todos los sabores y sinsabores que el cargo conlleva, lo acompañarán Eduardo Abril, Iván y sobre todo Adolfo, en definitiva el equipo técnico habitual. El reto sigue siendo mantener el alto nivel de consideración en que se tiene, tanto dentro como fuera de Zamora, a la entidad flamenca “Amigos del Cante”. En los prolegómenos, la entrega de la preciosa talla de Carmelo Romo, representando unas manos dando palmas sordas y la bienvenida a los invitados, para algunos era su primera experiencia con el flamenco por lo que se mostraron gratamente sorprendidos.

La parte artística acompañó con creces como estaba previsto. Antonio Ronco y El Mami abrieron por cartagenera, la chica y la grande; continúan por cantiñas, alegrías, mirabrás, romera, cantiñas, alegrías de Córdoba y de nuevo alegrías. Muy aplaudidos y muy bien valorados desde el principio y durante toda la noche. Muestra antológica de soleares, Joaquín El de La Paula, Agustín Talega, de nuevo Joaquín y La Roesna, hasta aquí todas de Alcalá, Triana por La Andonda, dos Lebrija por Joaniquí, de nuevo dos más de Joaquín y cierre de Juanillero de Marchena. En total diez. Malagueña, la primera de Antonio Chacón y la grande de Enrique El Mellizo; tientos en claro homenaje, como ocurrió en buena parte del concierto, al maestro de Los Alcores, Antonio Mairena; nos sorprende gratamente con el polo cerrado por la soleá apolá de Noriega; fandangos de Huelva, Alosno de Paco Isidro, Paco Toronjo dos, Rengel dos, Pepe La Nora y de nuevo Toronjo; tangos dedicados a dos de los ilustres visitante pacenses, recorrido por Triana, Jerez, Extremadura y finalizando por Málaga con los del Piyayo; seguiriyas, la primera de El Nitri, la segunda de Tío José de Paula y el cierre de El Fillo; rematan el extraordinario recital por fandangos, dos de Pepe Pinto, El Almendro y de nuevo Paco Toronjo.

Monumental y prolongado aplauso con el numeroso público puesto de pie. Finalmente, como viene siendo habitual, los asistentes echan un buen rato en torno a las ricas viandas y al flamenco.