Lo adelanté en la edición del sábado. La Velada Flamenca en Amigos de Cante se presentaba interesante, y así fue. Pena que fuera en actuación exclusiva para los socios y, como es habitual con algunos invitados de postín. Tal es el caso de Antonio Pedrero y Celedonio Pérez Sánchez. Entorno agradable y familiar con ágape incluido al final de la actuación, todo perfectamente organizado, como acostumbra, por el secretario Eduardo Abril. Después de las presentaciones de rigor, salen los cuatro artistas al escenario, José Canela, Manuel Jero y los palmeros Fernando Segovia y Fernando Cortés, para ejecutar preciosísimas alegrías. Se quedan Canela y Jero solos para desgranar taranto y dos tarantas de bellísima factura. Continúan los cuatro con tientos rematados por una abundante riestra de tangos de todos los colores. Fandangos, tres de Macandé y el último, también, pero con el marchamo de Enrique Morente. Aplaudidos hasta la extenuación. ¿Por qué será que los fandangos de ese genio gaditano, del barrio de Santa María, vendedor de golosinas, casado con una discapacitada auditiva, y muerto con cincuenta años en el manicomio de Cádiz en 1947 (Todavía se conserva la capilla de ese sombrío lugar en el entorno de una urbanización) apenas son abordados por los cantaores? Pues José en realidad hizo cuatro.

Descanso y nuevos bríos para empezar por soleares, Serneta, Teresa Mazzantini, Serneta de nuevo, La Roesna, Andonda, Mellizo, Guanté, Andonda y soleariya. Antología solearera arrebatadora y con excelente gusto.

Seguiriyas. Tomás El Nitri, Joaquín La Cherna y la compuesta por Antonio Mairena para su último disco “El calor de mis recuerdos”, “Pase y lo verá/ que el oro fino no ha perdío su brillo/ ni lo perderá”, impresionante seguiriya de El Fillo, premonitoria –y a la postre póstuma- sobre su excelso legado musical y que también vino a ser elegido a modo de epitafio por el propio El Maestro de Los Alcores para su mausoleo.

Continúan con bulerías por solea, dos de María La Moreno, dos de Antonio La Peña, dos de El Gloria y dos más del genio jerezano Antonio Frijones. Rematan por una rica muestra de bulerías con un poquito de canción muy al final. Jubilosa la presencia de Canela Hijo con Manuel Jero a la sonanta.

Quedaba la traca final. Fernando Segovia, el último de los seis hermanos, con la bajañí de Manolo Jero interpretó soleares con repaso de Joaquín, Serneta, Loco Mateo, Mellizo y soleá por bulerías.

Lo dicho y anunciado. Noche sobresaliente.