Benavente creció en población en 2006, mejoró dos décimas su tasa anual de paro registrado aunque sigue estando por encima de las medias provincial y regional, ganó ligeramente cuota de mercado pero perdió actividad económica, fundamentalmente debido a un retroceso del sector del comercio. Este puede ser un primer resumen de la situación económica de la ciudad durante el pasado año y así lo reflejan los datos recopilados por el Anuario Económico de La Caixa.

La ciudad sigue siendo de las pocas de Castilla y León que mantiene un ritmo de crecimiento sostenido de la población, un 2,1% el pasado año, pero también sigue teniendo en el desempleo una asignatura pendiente.

El paro registrado afecta a seis de cada cien benaventanos en edad activa, un punto y medio por encima de la media provincial y dos más que en Castilla y León. Los datos son más sangrantes si se miran a la luz de la diferencia de sexo. De cada cien varones entre tres y cuatro están parados mientras que de cada cien mujeres nueve están desempleadas. A este hecho hay que sumar que en 2006 tampoco le fue bien al colectivo de jóvenes. El grupo de 16 a 24 años de edad vio aumentar su tasa particular de desempleo en un punto porcentual.

Que la estructura económica local no es capaz de absorber el desempleo es evidente desde hace años. En 2006 las cifras globales mejoraron dos décimas a pesar de ser tan preocupantes como todo el lustro anterior, pero los índices que miden la actividad económica dicen que Benavente bajó en 2006 otro escalón (tres en los dos últimos años).

Idéntico paro y menos actividad no hacen pensar en una evolución favorable de la situación en 2007, sobre todo si se tiene en cuenta que se han producido cierres en el sector industrial y es previsible que las listas de paro continúen engrosándose.

Los índices que miden la actividad económica por sectores indican una mínima mejoría de la industria pero señalan también un claro empeoramiento del estado de salud del comercio. El comercio está perdiendo pujanza y en 2006 el peso de la actividad comercial en el municipio cosechó un claro retroceso tanto en el sector mayorista como en el minorista.

Más inasequibles a los vaivenes, los índices que miden la actividad del sector hostelero, tanto en bares y restaurantes como en hoteles, se mantuvieron invariables.

Sí arrojó resultados significativamente positivos el dato relativo al número de teléfonos fijos. Hasta el año 2005 se había venido produciendo un descenso paulatino del número de líneas instaladas. En 2006 creció de 6.785 a 7.354 convirtiendo en positiva la variación negativa de los últimos 5 años.

Pese a que la actividad económica y el desempleo constataron una realidad negativa para la ciudad en 2006 que lleva visos de mantenerse en 2007, la cuota de mercado, esto es, la capacidad de compra de los benaventanos, mejoró dos puntos en el índice después de varios años de estancamiento.

El gasto por habitante y año asciende a 2.457 euros, 282 euros menos que el gasto de un habitante de Toro o de Puebla de Sanabria, donde no obstante los mercado potenciales son sensiblemente inferiores al benaventano. Las cuotas de mercado de Toro y Puebla de Sanabria (la capacidad de consumo de los habitantes sobre una base nacional de cien mil unidades, se sitúa en los índices 26 y 4 respectivamente).

Durante 2006, otro índice que mide la capacidad de consumo, la adquisición de vehículos, siguió creciendo, pero desaceleró su ritmo.

El parque de vehículos a motor paso de 10.400 unidades a 10.692, si bien la variación entre el 2000 y el 2005 y el año 2001 y 2006 descendió un 1,5%. Aunque descendió la venta de automóviles por periodos de cinco años nada menos que un 3%, aumentaron las ventas de camiones y furgonetas, motocicletas y otro tipo de vehículos a motor.

El único sector que permanece prácticamente incólume en la ciudad es el bancario. Se mantiene el mismo número de entidades financieras y oficinas bancarias e incluso los datos relativos a las variaciones siguen siendo los mismos que en los últimos tres años.

En cuanto al sector primario, probablemente del que más necesitado se encuentra Benavente en un momento de clara recesión del sector comercio, las variaciones interanuales apenas sin son significativas. Sí lo son sin embargo si se comparan en periodos de cinco años. Durante los cinco primeros años del presente siglo el conjunto de actividades industriales había experimentado un crecimiento del 17%. Entre 2001 y 2006, esta variación ha decrecido hasta el 13%. Se genera actividad industrial pero el ritmo de crecimiento resulta notablemente menor.