"El que no lo quiera ver que no lo vea", proclamó el speaker antes de dar el nombre del ganador de la Liga de Corte Puro y mientras la música épica de Enya para Gladiator atronaba en el coso para dar sustancia al espectáculo. El tres veces campeón Cristian Moras, de Medina del Campo (Valladolid) fue el elegido del jurado. Pero el público no lo vio así, y los pitidos y los abucheos generalizados acompañaron la decisión.

Luis Alberto "Palomita", de Castrogonzalo, el tercero de la final, había estado valiente y arriesgado, incluso recibiendo en el centro del ruedo al novillo de la final, un precioso novillo castaño chorreado serio y bravo de procedencia Domecq. Así que entre pitidos y abucheos, mientras el campeón oficial recogía su trofeo de manos de la reina de las fiestas, varios seguidores de "Palomita" se lanzaron al ruedo con una lona con la fotografía del de Castrogonzalo denunciando el "tongo". La foto final, la foto de grupo de todos los cortadores, quedó dividida en dos. Pon un lado el grupo, por otro Luis Alberto "Palomita" a hombros de un nutrido grupo de amigos y seguidores.

Así terminó una tarde que había comenzado con susto. "Tirante", el primero de los cinco novillos de la ganadería de Cayetano Muñoz, había ido bien por el pitón izquierdo en los primeros cortes, y por el pitón izquierdo probó también el toresano Santi Conde. El novillo le ganó el terreno en el quiebro, le levantó rasgándole el pantalón a la altura del muslo y le volteó. Al caer, estuvo a punto de empitonarlo por el abdomen. Conde, que sufrió un coma tras una cogida el año pasado, salió del trance ileso y volvió a la lidia. No se clasificó para la final.

Si lo hicieron Dani Alonso, el benaventano Alain Huerga "Perikito", Luis Alberto "Palomita", Cristian Mora, y Javier Manso 'Balotelli' de Narros de Cuéllar (Segovia).

Mientras el jurado decidía el orden de los premiados de la final tras la lidia de "Galeón", Javier Prada, de Mejorada del Campo, y Javier Manso "Balotelli" protagonizaron un mano a mano de saltos con un negro chorreado de nombre "Urraco". Los dos Javieres estuvieron codiciosos e inagotables, especialmente Javier Prada. Saltos mortales, saltos del ángel, incluso saltos en plan kung fu, poco ortodoxos en esta suerte. Pero sin duda el salto más impresionante lo protagonizó Prada embolsándose los pies y atándose las piernas por encima de las rodillas. "Galeón" embistió humillado mientras el de Mejorada del Campo "volaba" sobre su lomo.