El Ayuntamiento de Santa Cristina de la Polvorosa ha podido cancelar el crédito suscrito con Caja Rural de Zamora por importe de 280.000 euros que tenía contraído desde hace 12 años cuando construyó una planta fotovoltaica.

Gracias al superávit presupuestario, el equipo de gobierno socialista ha finiquitado ahora con una cantidad de 53.000 euros el préstamo suscrito, a pesar de restar aún 2 años de caducidad, confirmó ayer el alcalde Salvador Domínguez apuntando a que la operación crediticia venía suponiendo una cantidad de 23.000 euros anuales. La cancelación de crédito deja aún un balance positivo en las cuentas de tesorería, ya que actualmente la caja municipal se halla holgada de fondos gracias al superávit de más de 270.000 euros en este municipio que cuenta con un presupuesto de 725.000 euros en el presente ejercicio económico.

Este Ayuntamiento viene emprendiendo un programa de ahorro energético que se verá traducido ahora con la venta de producción de energía eléctrica a Iberdrola de la planta fotovoltaica. En paralelo se han venido sustituyendo las luminarias del alumbrado público de la localidad, como es el caso de la urbanización de viviendas de protección pública en el grupo de casas de la carretera de Arcos, tanto en la calle Ángel Garrote como en la de Ursicina Martínez. Las 25 luminarias sustituidas por el sistema led han permitido un ahorro del 70%. De los 300 euros que se venían abonando mensualmente en esa zona, se ha pasado a abonar 50 euros, confirmó ayer el propio alcalde.

Este programa de eficiencia energética emprendido en Santa Cristina de la Polvorosa tiene previsto sustituir ahora un total de 31 luminarias de los báculos o columnas existentes en una de las aceras de la travesía o carretera N-525 que atraviesa la localidad. El Consistorio destina un total de 9.500 euros de la tesorería municipal, de los fondos del superávit presupuestario, para acometer esta intervención.

La actuación del programa de ahorro energético viene de atrás. Precisamente y hace una década se construía un planta fotovoltaica con la instalación de seis paneles solares con el fin de vender la producción energética a la distribuidora eléctrica y así ahorrar en el recibo de la luz municipal. La decisión municipal no contó con los parabienes de la entonces oposición municipal socialista, cuyo portavoz J.Ignacio Primo dimitía como concejal no sólo por esta cuestión, sino por un cúmulo de circunstancias que afectaban tanto a las Normas Urbanísticas, como los procedimientos de contratos de obras y una amplia relación de consideraciones. Más aún, al principio del actual mandato socialista el grupo popular, ya en la oposición, salía a la palestra para defender su iniciativa de instalar el huerto solar. El PP aseguró entonces haber construído la planta fotovoltaica "como alternativa a ingresos de futuro, dado que en esa época hubo un momento de crisis económica y no se compraba la madera de las choperas. Por ello se optó por la planta fotovoltaica como alternativa y con el objetivo final de que una vez amortizada, se reduciría el consumo mensual de los recibos del alumbrado público".