"Hundido". El que fue principal sospechoso del asesinato de la joven Leticia Rosino Andrés, "El Pastor", de iniciales J.A.A.C., recobraba la libertad, sin ningún cargo, temeroso y abatido, según la descripción de su abogado, que insistía en que "tiene miedo de volver al pueblo", a Castrogonzalo, donde tuvo lugar el crimen. "Se ha hecho mucho daño", abundaba el letrado en declaraciones a La Opinión-El Correo de Zamora. Un miedo que enfrentará porque "tiene allí su negocio, seguirá en el pueblo trabajando", junto a su otro hijo varón, mayor de edad. "Ha quedado muy claro que no tiene nada que ver con el crimen", apostillaba el abogado, para pedir que se resarza la imagen de su defendido porque "se ha hecho mucho daño y todo lo que se ha dicho es manifiestamente falso". La detención de su hijo, de 15 años, como principal sospechoso le ha afectado considerablemente y añadido la preocupación de cómo resarcir a la familia de la joven. Aunque sin antecedentes penales computables (vivos), lo cierto es que el vecino de Castrogonzalo fue condenado por violación en 1980.