La sociedad pública Tragsa como adjudicataria de la reconversión en Vía Verde de la antigua línea férrea de Plasencia-Astorga ha instalado casi 5 kilómetros de vallado rústico de este camino natural a su paso por la comarca de Benavente.

Tras la desmantelación de la vía férrea se ha procedido ya a la provisión de balastro en todo el trayecto hasta el límite del territorio provincial en el término de Pobladura del Valle. Una buena parte de este trazado cuenta ya con la capa de zahorra y, más aún, con el vallado perimetral en las zonas de mayor peligrosidad para los viajeros que discurran por este camino reconocido y financiado en su ejecución por la Unión Europea. Previamente se ha procedido a retirar algún que otro pontón, dejando casi todos ellos pero interviniendo en la pintura de sus estructuras metálicas.

Estos puentes sobre caminos o carreteras y sobre ríos han sido provistos en su plataforma con una pasarela de madera a la que ahora se le instalan barandillas. Tal es el caso del denominado como Puente Grande sobre el río Esla en el término de Villanueva de Azoague que cuenta ya con la plataforma de madera evitando así los riesgos denunciados hace tiempo por los peregrinos y viajeros debido a la ausencia de solado con el trasncurrir del tiempo y los contínuos robos de este material. Unos robos que afectaron también a traviesas y raíles de la antigua línea férrea.

El vallado rústico de madera que ahora se viene completando afecta a una buena parte de trazados con peligrosidad para el viajero. Las características técnicas de esta valla de madera consisten en apoyos de madera de pino y de 1,50 metros de los que 1,30 metros se alzan sobre rasante y 30 centímetros anclados en hormigón. Estos apoyos o postes de madera con una sección de 12 centímetros soportan dos barandillas entre uno y otro extremo.

este camino para peregrinos, senderistas y cicloturistas entre Barcial del Barco y Pobladura, un recorrido de 29 kilómetros.

El proyecto de reconversión de la línea férrea en Vía Verde no ha estado ajeno de controversias, desde hace años, en su denominación con el fin de permitir ser financiado por la UE para poder ser incluído en el Programa de Itineraros Naturales no Motorizados que en la comarca conexiona con la antigua vía pecuaria o cañada como la que atraviesa Maire de Castroponce.