Los niños de Benavente vivieron ayer una jornada muy taurina en la que los carretones hicieron las veces de astados y a lo largo del día se sucedieron las citas con distintas con distintas asociaciones de la ciudad para ir aprendiendo a correr el toro, recortar los astados o correr lo encierros o el toro del cajón, también para ir quitando el miedo a las astas y entrenar para futuros festejos taurinos de la ciudad.

La mañana, a pesar del sol, comenzó no muy apacible en cuanto a temperatura se refiere y para pasarla mejor sirvió el sabroso chocolate al que convidaron los socios de Gente del Toro. En su local se podía ver, además, una maqueta realizada por Jesús Santiago, representando el nuevo toril de donde sale el astado del día grande de las Fiestas del Toro. Tras el chocolate y los bizcochos que le acompañaron llegó el momento que desde hace años es habitual en la mañana de los domingos de las fiestas de la Veguilla en Benavente. Las conocidas como escuelas taurinas contaron con la participación de niños y mayores que se animaron a correr delante de unos grandes carretones, primero uno enmaromado y después unos cuantos más a modo de encierro.

Siguió la diversión por la tarde, de la mano de Charamandanga que llevó sus toros de cajón infantiles a la Plaza Mayor. Comenzaron los pequeños de la asociación embistiendo a los presentes con unos pequeños carretones que hicieron las delicias de los niños. Continuó la fiesta con una serie de recortes a los que se animaron numerosos niños que siguieron las indicaciones de la asociación taurina. Y de allí, otra cita, ya con la ABTE que volvió a divertir a niños y mayores con sus encierros con toros hinchables, fieles a su cita de las siete y media y por un divertido recorrido por las calles céntricas.