Miguel Ángel Casquero

El que fuera durante más de dos siglos el lugar de suministro de agua para los vecinos de Brime de Urz, ha logrado recuperar su historia y su memoria. El Ayuntamiento y el dúo musical "los dos españoles", Isaac y Paco Gallego Neira, han restaurado el antiguo pozo concejo logrando recrear escenas que perduran en la memoria colectiva.

A la recuperación del patrimonio local que viene emprendiendo este Consistorio le ha tocado ahora el turno a la restauración del pozo concejo que desde el siglo XVIII ha venido suministrando el agua a vecinos y viajeros en su paso por Brime de Urz.

Ubicado en una encrucijada de caminos, entre la vía del Valle de Vidriales y la que enlaza el Valle del Tera desde Sitrama con la del Valle del Eria, en Villaferrueña, el sondeo practicado a casi ocho metros de profundidad abastecía de agua al vecindario hasta los años sesenta del siglo pasado. Hasta que esta localidad contó con la red de agua potable procedente de un sondeo junto al puente del arroyo Almucera, hasta el depósito ubicado en la plaza de la iglesia. Años más tarde, en el año 1987, el agua llegaba al aljibe desde el río Tera, cauce desde el que actualmente también se suministran los vecinos a través de la red del abastecimiento comarcal.

El pozo del Concejo servía el agua hasta el año 1960 y, desde entonces, este sondeo de propiedad del pueblo lograba competir en la pureza de sus aguas con la de no pocos pozos existentes en los corrales de las casas del vecindario. Incluso llegó a contar con una calle, la que enfila la plaza hasta el cruce de caminos en dirección a esta estructura de agua y que ha logrado sellar la intrahistoria de Brime de Urz.

De la madrugadora pureza de sus aguas sabían bien las vecinas de las casas más próximas porque hasta el pozo concejo llegaban a primera hora de la mañana para proveerse del agua más limpia, antes de que se enturbiase con el sucesivo trasvase de los calderos de latón o cántaros y botijos de barro. Hasta el puchero con los garbanzos se sentía agradecido con estas aguas debido a que las legumbres gozaban de una mejor cocción. Ni que decir tienen las numerosas cuitas vecinales que han rodeado a este pozo, impregnado de no pocas leyendas, muchas de ellas perdurando aún en la memoria.

Y gracias a las evocaciones señeras, los dos artistas de la música con el respaldo del Ayuntamiento y de su alcalde, José Furones Marcos, decidieron que el lugar lleno de historia debía de perdurar como si de una seña de identidad local se tratase. Manos a la obra, Isaac y Paco, para más señas "los dos españoles", aficionados al trabajo de la forja, han logrado restaurar con fidelidad este pozo concejo. La huella fiel recibe elogios de vecinos y paseantes no dudando éstos en arrojar monedas con una devoción de favores.

La estructura del pozo con su brocal provisto de la polea que envuelve la soga atada al cubo o caldero. Todo ello fabricado con hierro de forja. Junto al pozo concejo, las siluetas también en forja de dos niños y su madre, provistos de calderos, botijos y cántaros para extraer el agua. La escena se delimita por un vallado de cadenas con similar factura. Una pequeña guitarra en el suelo señala el oficio de los hacedores y un cartel viene a testimoniar ante el viajero el lugar donde se encuentra, el pozo del antiguo Concejo de Brime de Urz. Dos grandes piedras de cuarzo del cerro cercano permiten la complicidad con la ermita que le domina, la de su patrón San Esteban.

Y para que la estructura acoja el simbolismo más monumental se han instalado dos mástiles en los que se izan las enseñas de España y la de Castilla y León. Como fieles testigos, una mesa y asientos de similar factura de forja, junto a la marquesina del autobús. Y la ermita de la platea de Peña Hermosa dominando la escena.